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Así fue la boda de María Corsini y Diego Osorio en la finca familiar de Guadalajara

Tras la boda de Belén Corsini y Carlos Fitz-James en mayo de 2021, nadie esperaba que la boda de su hermana pequeña tuviera la misma relevancia y fuera celebrada con los mismos honores por parte del público, pero eso no hizo que los novios y los invitados disfrutaran menos del gran día de María y Diego Osorio, que sellaban su amor tras tres años de relación. 

La pareja se conocía desde siempre, pero el tiempo hizo que su relación de amistad evolucionase en una de amor romántico y ellos supieron aprovechar el momento, apostar por el romance y encontrar en el otro a la persona con la que compartir su vida. Se casaron en septiembre de 2021, pocos meses después de la boda de Belén, y a finales de 2024 daban la bienvenida a su primer hijo, también unos meses después de que su hermana. 

Experiencias parecidas que han podido compartir y en la que no han dudado en acompañarse la una a la otra, mostrando la estupenda relación que existe entre ellas. Parecidas, pero no iguales, porque en la boda de María, la esencia de la diseñadora estaba muy presente, con una boda celebrada en el campo y con las flores como protagonistas. 

La boda de María Corsini y Diego Osorio en la finca familiar de Guadalajara

La pareja se dio el ‘sí, quiero’ el 18 de septiembre en la Iglesia de Santa María Micaela en Guadalajara, una celebración que después continuaron en la finca familiar situada en el mismo lugar. María es una apasionada de la vida al aire libre, de la naturaleza, y eso quiso que quedara reflejado en uno de los vestidos más importantes y especiales de su vida. 

Sole Alonso se encargó de convertir la idea de la novia en realidad, ella quería que su vestido reflejara lo que es Dehesa de Valbueno, nombre que reciba el refugio familiar, en esa época del año, cuando las flores ya están secas y los colores no son tan vibrantes, son más apagados y la luz toma otro cariz. 

Eso quedó recogido en su vestido, con una base de seda rústica cubierta por otra en un tono más crudo y con detalles de flores secas o “pochas”, como la propia novia lo definió. Completó su look con un moño de bailarina del que salía su velo. El novio, por su parte, confió su chaqué a Suitz y lució el reloj que le regalaron en la pedida.

Desde hace tiempo, Dehesa de Valvueno se ha convertido en un lugar muy solicitado para la celebración de bodas, por lo que no es raro que siendo de la familia, fuera la primera elección de María. La chef Samantha Vallejo-Nágera a través de su catering fue quien se encargó de servir tanto el cóctel como la comida posterior a los invitados, algo también lógico, pues colaboraban desde hacía años. La finca está preparada para que los novios vivan la experiencia completa, por lo que el baile se celebró también allí. 

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