La boda de Esmeralda Moya y Jaime Llopis se celebró frente al mar el 1 de octubre de 2022. Era la segunda vez que se daban el “sí, quiero”, ya que en julio de 2020 se casaron en la más estricta intimidad. La pandemia retrasó los planes de la pareja para celebrar una boda por todo lo alto, pero en cuanto las circunstancias lo permitieron, hicieron su sueño realidad.

La actriz madrileña, a la que conocimos en series como Los protegidos y 90-60-90, estaba rebosante de felicidad en su gran día. "Celebrando el amor junto a mi alma gemela. Gracias a todos por llenar este día de momentos inolvidables", escribió en sus redes sociales.

Altea es un pueblo alicantino, conocido como “la cúpula azul y blanca del Mediterráneo”, fue el enclave que los novios escogieron para el día más importante de sus vidas. La boda se celebró en La Finca Marqués de Montemolar, que está declarada como bien y espacio protegido por su calidad patrimonial. La finca está rodeada de naturaleza y cuenta con un mirador a la bahía de Altea, perfecto para celebrar bodas tan bonitas como la de Esmeralda y Jaime. 

Las profesiones de los novios tuvieron un gran protagonismo en la boda. Se trató de una ceremonia castrense, ya que Jaime es piloto de caza y ataque en el Ejército del Aire. Así que no faltaron sus compañeros, perfectamente uniformados, para rendir todos los honores correspondientes a la pareja. Por otro lado, la actriz Belinda Washington fue la encargada de conducir la ceremonia, a la que supo dar el toque emotivo. Además, los votos de la pareja consiguieron conmover a todos los asistentes al enlace.

Fueron dos los vestidos de Rosa Clará que la novia lució el día de su boda. Para la ceremonia escogió un diseño exclusivo de corte recto, cuello halter y escote en la espalda rematado con encaje y pedrería bordada a mano. La falda larga le sentaba a la actriz como un guante, y había que destacar la favorecedora abertura lateral. El toque más especial lo daba la preciosa cola de organza de tres metros. 

Para la fiesta posterior a la ceremonia, Esmeralda cambió el vestido por un mono palabra de honor de corte recto en crepe. Destacaba la originalidad de las jareta cosidas a mano que se adaptaban al cuerpo y que se complementaban con unos manguitos para los brazos extraíbles. 

Esmeralda Moya, que ya había estado casada anteriormente con el actor Carlos García, quiso organizar esta boda ella misma. "No tuve wedding planner pero lo cierto es que lo disfruté mucho, por el camino, el precioso proceso de organizar mi boda encontré equipos maravillosos que trabajaron conmigo codo con codo y que hoy quiero agradecer", escribió la actriz. Todo salió a la perfección y los recién casados y sus invitados disfrutaron hasta el final del animado baile nocturno.

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