La boda de Jennifer Aniston y Justin Theroux, tras cuatro años de relación, ayudó a borrar, o al menos a difuminar, la imagen colectiva de uno de los matrimonios más aclamados por todo el mundo: el de la actriz y Brad Pitt. Mientras él formaba una familia numerosa con Angelina Jolie, Aniston recuperaba su estatus de “novia de América”.

Y entonces llegó Justin Theroux, sin hacer ruido, y con él las ganas de volver a pasar por el altar y celebrar una boda sorpresa que aún recordamos. Era agosto del 2015 y, aunque su matrimonio solo duró dos años y medio, la separación se hizo en términos amistosos y ambos mantienen a día de hoy una excelente relación.

Aunque la pareja se comprometió al año de comenzar su relación, no había pistas ni ningún tipo de anuncio oficial de la boda. Los años pasaban y, cuando parecía que ya nadie pensaba en ello, nos sorprendieron con la noticia de que se habían casado en secreto. 

La boda se celebró en su casa de Los Ángeles,  en el exclusivo barrio de Bel Air, y ni los invitados sabían lo que iba a ocurrir. Se les convocó con la excusa infalible de celebrar el 44 cumpleaños de Justin. Era el 5 de agosto y el actor los cumplía oficialmente el día 10, y al llegar allí descubrieron que lo que realmente se celebraba era su boda con Aniston.

Al tratarse de una pareja tan famosa, no es desacertado pensar que organizar la boda en secreto es la mejor forma de celebrarla en la más absoluta intimidad, sin filtraciones a la prensa ni acoso de ningún tipo. Además, la excusa del cumpleaños era perfecta para no levantar sospechas. Puede interesarnos que Justin Theroux quiera soplar las velas con sus amigos, pero está claro que despierta más expectación saber que él y Jennifer Aniston se han dado el “sí, quiero”. 

El actor así lo explicaba poco después en el CinemaCon de Las Vegas: ''Es mucho más especial cuando solo están tus mejores amigos y tu familia, es encantador. Queríamos que fuera en un ambiente relajado, no queríamos que fuera algo frenético.'' 

No tenemos la menor duda de que para todos los asistentes fue muy emocionante descubrir que iban a presenciar la boda de sus amigos. Se trataba de un grupo muy selecto y, aunque no trascendió nada de lo ocurrido ese día, sí supimos que entre los invitados se encontraban  Lisa Kudrow, Courteney Cox (que fue la dama de honor), Ellen Ellen DeGeneres, Emily Blunt,  Robert Downey o Tobey Maguire.

Al día siguiente, los recién casados cogieron un jet privado para comenzar su luna de miel en la isla de Bora Bora, donde disfrutaron de absoluta privacidad en en un resort de lujo de la cadena Four Seasons.

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