6 buenas razones para casarse en San Valentín

Elegir la fecha de la boda es una de las primeras decisiones que toma una pareja tras comprometerse. El año es largo, aún así parece que la mayoría de parejas quieren darse el “sí, quiero” en primavera o en los meses de septiembre y octubre. Es lógico pensar que la buena temperatura ayuda a que la celebración sea inolvidable, pero cada vez hay más parejas que optan por una original boda de invierno.

Sea cual sea tu estación del año preferida, hay una fecha que es la más romántica de todas. Nos referimos al 14 de febrero, el Día de los Enamorados. ¿Te has planteado casarte ese día? Puede que sea una idea aún mejor de lo que imaginas. Hay buenas razones para casarse en San Valentín y las queremos compartir contigo.

Una fecha insuperable

En este punto no hay discusión: no hay día más romántico que el 14 d febrero y una boda es la celebración del amor y el compromiso entre dos personas, así que si hubiera que elegir el día para dar el “sí, quiero” por su significado, debería ser este. Para conocer la historia del Día de los Enamorados hay que remontarse a la antigua Roma, concretamente al siglo III. En esa época San Valentín, un sacerdote romano, casaba en secreto a los cristianos que eran perseguidos, y esta ocupación le costó la vida cuando fue descubierto. 

Love is in the air

Hay que dar por hecho que a todos los asistentes a vuestra boda les hace mucha ilusión estar presentes en este paso tan importante en vuestra vida. Pero todo aliciente es bienvenido, y al tratarse del día de San Valentín, en el fondo son dos celebraciones en una. Para que sea realmente especial, haz que todos se sientan partícipes de esta fecha. Puede ser con una mención al día en el brindis, o si hay una pareja entre los invitados que celebre también el 14 de febrero su aniversario. Será muy emocionante y, aunque hables de otras parejas, nada te restará el protagonismo que te corresponde en tu gran día.  

Una boda en temporada baja

Esta es una de las mejores razones para celebrar una boda en San Valentín, ya que febrero es temporada baja en el mundo nupcial y eso facilita mucho las cosas en todos los sentidos. Por un lado, te será más sencillo encontrar disponible el lugar que quieres para la ceremonia de boda, ya que por lo general las listas de espera son largas. Y lo mismo ocurre a la hora de reservar el lugar del banquete y la fiesta. Te será mucho más sencillo que la finca o restaurante que quieres tenga el hueco libre que necesitas. 

Por otro lado, y no menos importante, está la cuestión económica. Y es que los precios de los servicios que necesitas para la celebración con la que sueñas se disparan en temporada alta. Así que con un presupuesto más reducido podrás tener todo aquello que imaginabas. 

Una luna de miel perfecta

Aquí las ventajas son similares. Casarte en febrero no significa que tu luna de miel tenga que ser en un destino invernal, a menos que así lo prefieras. En ese caso, tendrás más opciones de celebrar vuestro matrimonio rodeados de nieve. Pero si soñabas con disfrutar de un lugar cálido y paradisiaco, en febrero no solo es posible, sino que también es más barato que en otros meses del año. El Caribe, por ejemplo, os transportará al verano más idílico, aunque si no quieres ir tan lejos puedes disfrutar de una luna de miel perfecta en cualquiera de las islas del archipiélago canario. Para destinos más exóticos, tienes opciones como Camboya, Dubai o Brasil. 

La decoración más romántica

Puedes prescindir de la temática de San Valentín para la decoración del espacio de celebración de tu boda. Pero la ventaja que tienes es que si quieres entregarte a los motivos románticos, apostando por el rojo, el rosa y los corazones, no hay mejor motivo y excusa que casarse el 14 de febrero. Te viene bien hasta para pensar el regalo que harás a tus invitados, porque puede estar relacionado también con esta temática tan ideal para una boda. 

Pensando en los aniversarios

Los aniversarios de boda son la rememoración de ese día tan importante para la pareja con el paso de los años. Aunque lo cierto es que no todos se celebran con la misma intensidad. Si el vuestro coincide con una fecha tan señalada como es el Día de los Enamorados, las razones para celebrar se duplican. Por otro lado, siempre es muy romántico contar que te casaste en San Valentín, además de que nadie se olvidará jamás de cuál fue la fecha de vuestra boda.

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