Las tendencias nupciales no dejan de renovarse y este año llegan pisando fuerte las lunas de miel a medida. Durante mucho tiempo los paquetes de viajes especiales para recién casados estaban a la orden del día y, las cosas como son, simplificaban mucho las cosas una vez que elegías el destino.
Pero ahora las parejas que pasan por el altar buscan una experiencia más personalizada, que responda a sus gustos y que convierta la luna de miel en ese viaje único que solo se hace una vez en la vida. El presupuesto con el que se cuente influye, está claro, ya que en muchas ocasiones la posibilidad de elegir se dirige a quienes pueden permitirse algo de lujo. Pero el dinero no lo es todo y hay diferentes maneras de planificar esa luna de miel exclusiva e inolvidable.
En un principio puede parecer que todas las lunas de miel son a medida, ya que los novios eligen el destino, la duración, el alojamiento… Pero este concepto es utilizado por los profesionales del sector para hablar de aquellas lunas de miel en las que se personalizan las experiencias que va a vivir la pareja durante el viaje.
La tendencia marca que los recién casados diseñen, junto con la agencia de viajes especializada, actividades exclusivas para ellos, desde alojamientos especiales, cenas privadas en plena naturaleza, recorridos por parajes fuera del itinerario más turístico o experiencias culturales que destilen autenticidad. Internet es una poderosa herramienta para encontrar la inspiración que buscan, pero los expertos en organizar lunas de miel son los que se encargan de proponer aquello que la pareja desea y de darle forma.
Hace no tanto era muy habitual la coincidencia a la hora de hablar de dónde habías pasado tu luna de miel, haciendo un recorrido turístico bastante similar. Pero a día de hoy sentimos que cualquier rincón del mundo es más accesible de lo que era hace unos años, y que cada lugar esconde experiencias únicas que merece la pena vivir. Las parejas sienten que tienen la capacidad de elegir qué es lo que les parece verdaderamente especial a ellos y solo a ellos. Y así convertirlo en una realidad que dé lugar a recuerdos únicos de la luna de miel.
Puede que una pareja amante de la naturaleza sueñe con hacer senderismo entre gorilas en Ruanda o explorar el salar Uyuni, que es el más grande del mundo y está en Bolivia. Las posibilidades son infinitas: una cena privada en el desierto bajo las estrellas, participar de la ceremonia del té en Japón, sumergirse en la Gran Barrera de Coral australiana, recorrer las islas más desconocidas de Grecia… El viaje ideal existe y las tendencias nupciales apuntan a que se haga realidad.
Está claro que muchas de estas experiencias que estamos comentando no son para nada económicas, así que la posibilidad de realizarlas va a depender del presupuesto con el que contemos. Por lo tanto es innegable que un gran número de parejas de recién casados que buscan una luna de miel a medida disponen del dinero suficiente para costearla y, al mismo tiempo, tienen ese gusto por lo sofisticado y exclusivo (que no tiene por qué ir siempre de la mano).
Ahora bien, no son los únicos. Las lunas de miel a medida son demandadas por parejas de todas las edades y estilos de vida, porque la posibilidad de vivir una experiencia única no va asociada solo al dinero, sino a los gustos e inquietudes de los novios. De hecho, el punto de partida es que sean curiosos, tengan gusto por los detalles y deseen realizar un viaje que no implique solo descansar en una playa paradisíaca.
Además, del mismo modo que cobran fuerza destinos como Japón, África o la Polinesia francesa, también hay un repunte de viajes de novios en Europa para aprovechar al máximo los días y no invertir más horas de la cuenta en desplazamientos. Así, la luna de miel a medida no hace sino reflejar los gustos de la pareja.
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