El libro de firmas se reinventa: las alternativas más originales para recordar a tus invitados sin caer en tópicos

  • El libro de firmas como tal es cosa del pasado y este ha sido sustituido por nuevas fórmulas mucho más originales y cargadas de personalidad

  • Un álbum de fotos con polaroids, un fotomatón, un libro personalizado… he aquí las opciones para dar con tu libro de firmas ideal

Si algo no puede faltar en la parte de la celebración de una boda es el libro de firmas de los invitados. Y es que, a pesar de que será imposible olvidar ese día y las anécdotas, no podrá ser mejor recordarlas repasando todos los autógrafos de los que compartieron el día con vosotros.

Pero lo cierto es que el libro de firmas de boda ha quedado algo anticuado, sobre todo porque, al final, muchos invitados se limitaban a firmar y ya está, por lo que terminaba pareciendo más bien un cuaderno de autógrafos que otra cosa y que nunca más volvía a abrirse y quedaba en el olvido y ocupando hueco en la estantería.

Aún así, el libro de firmas no desaparece, pero sí evoluciona. Aquella sucesión de páginas deseando lo mejor y llenas de autógrafos ha dado paso a otro tipo de libros de firmas, mucho más dinámicos, originales y con personalidad que no siempre tienen forma de libro.

Muchas son las opciones para hacer un libro de firmas diferente ahora, aquí te dejamos nuestras favoritas para que encuentres la que mejor va con vosotros.

Polaroids y un álbum

Una de las formas para hacer un libro de firmas personalizado es haciendo que los invitados creen su propio álbum. Para ello, deja unas cámaras Polaroid o instantáneas sobre cada una de las mesas de los invitados, unos cuadernos en blanco o álbumes de páginas en blanco, bolígrafos y pegatinas. De esta forma, a medida que avanza la velada, los invitados irán haciéndose fotos entre risas y deberán pegar estas rellenando las páginas del álbum con sus dedicatorias acompañadas de pegatinas y dibujos. Así, será un libro de firmas mucho más original y visual. Además, las Polaroids crean un ambiente divertido ya de por sí, por lo que las imágenes no tendrán desperdicio y las risas estarán aseguradas cuando volváis a ojear los recuerdos que se guardan en este libro de firmas.

Fotomatón

Algo similar ocurre al instalar un fotomatón. Será divertido y una de las principales atracciones, por lo que los invitados no dudarán en interactuar con él. Pon disfraces, mensajes y objetos decorativos justo al lado del fotomatón y a la salida de este pon un mensaje en el que pidas a los invitados que dejen sus fotos dentro del álbum junto a una dedicatoria. Tendréis fotos de o más divertidas al igual que las dedicatorias porque, una de las gracias del fotomatón, es que los novios también jueguen ese juego junto a los invitados. No puede ser más divertido, y mucho más, según vaya avanzando la celebración.

Libro de firmas personalizado o 'Scrapbook'

También se puede hacer a la inversa. Haz que los invitados firmen en un libro o cuaderno en blanco. Cuando ya tengáis todas las firmas podéis ser vosotros mismos, los novios, los que personalicéis el libro con pegatinas, fotos que hayáis hecho vosotros mismos durante la boda, detalles que simbolicen ese día, como una flor o un menú de las mesas o un cartelito. Así, personalizaréis el libro de la boda con todo detalle, es decir, haréis un libro de firmas hecho a medida a la boda.

Cámaras desechables

La idea es la misma que la de las Polaroids, con la diferencia de que aquí los invitados no sabrán cómo son las fotos que se han hecho, solo lo sabréis vosotros, los novios, cuando vayáis a revelar las cámaras desechables, como hicieron Monica y Chandler en su boda en 'Friends', algo que ya hará que esto se quede como anécdota de la boda y otorgará personalidad, sobre todo si sois fans de la serie.

Así también evitaréis que los invitados se hagan fotos y no las incluyan, algo que puede pasar con las Polaroids o con el fotomatón, que muchos querrán quedarse también con un recuerdo y más si es divertido o salen bien. Esta idea no sustituye tanto al libro de firmas, pero sí es una alternativa, si prefieres que el recuerdo de los invitados sea visual y no tanto escrito. En definitiva, las fotos reveladas mostrarán a la perfección cuál fue el ambiente de la boda y cómo se lo pasaban los invitados.

Un gran cuadro

Otra de las formas para hacer un libro de firmas personalizado es cambiar el formato. Olvida el libro en sí y ni siquiera apostéis por un álbum o cuaderno, ¿qué tal enmarcar todas las dedicatorias? Para ello, poned un lienzo grande en alguna de las zonas de la sala y dejad que los invitados vayan yendo a firmar, dibujar y, en definitiva, hacer lo que les apetezca. Podéis poner una foto vuestra vestidos de novios en el centro para que así tenga más sentido el cuadro que quedará como resultado. Esto dará personalidad al cuarto que decore en vuestra casa pero, además, durante la boda, aportará dinamismo y diversión, será un entretenimiento más de la celebración.