Aprende el arte de la caligrafía para escribir tus invitaciones de boda
Hacer tú misma algunos preparativos de la boda es una tendencia que cada vez gana más adeptos por numerosas razones.
La caligrafía es un arte milenario que puedes utilizar para escribir unas invitaciones de boda muy románticas y personales, y una manera perfecta se sumarte a esta corriente DIY.
En un momento en el que lo digital se encuentra en pleno apogeo, aprender caligrafía para hacer tú misma las invitaciones de boda es un gesto tan romántico como revolucionario. La caligrafía es el arte milenario de escribir a mano, de forma bonita, con la intención de que cada letra sea una pequeña joya grabada en el papel.
Las invitaciones digitales o impresas pueden ser preciosas y, sobre todo, eficaces, a la hora de informar a todas las personas que quieres del día de tu boda. Pero siempre puedes retomar el concepto de lo artesanal y dejar tu sello en los pequeños detalles, y escribir tu misma las invitaciones es una manera bellísima de hacerlo.
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Si ya tienes buena letra, seguro que no te resulta difícil animarte a escribir con mimo y detalle cada invitación. Pero si no presumes precisamente de una caligrafía bonita puede que esta sea tu oportunidad de aprender y sorprenderte a ti misma, además de a tus invitados.
Tienes a tu alcance todo tipo de talleres, tutoriales, plantillas, etc. que te pueden ayudar a conseguir tu objetivo. Empieza cuanto antes y quién sabe si no vas a descubrir una actividad que te resulte tan placentera que continúes con ella más allá de la preparación de las invitaciones.
Eso sí, no confundas la caligrafía con el lettering, aunque este último también pueda serte de gran utilidad en la boda. Ya hemos dicho que la caligrafía es el arte de escribir con letra bonita y a mano según diferentes estilos ya existentes. El lettering, en cambio, consiste en dibujar letras o palabras de una manera creativa y sin atender a reglas o estilos marcados.
Un preparativo antiestrés
Es muy probable que pensar en aprender algo nuevo y, además, tener que escribir más de cien invitaciones a mano pueda parecernos una carga añadida, más que un placer. Pero lo cierto es que uno de los valores añadidos de la caligrafía, más allá del resultado, es que se trata de un arte en el que entran en juego la concentración y la paciencia. De hecho, es posible que te haga sentir bien hasta el punto de convertir este proceso en uno de los preparativos de boda que más te ayuden a relajarte.
Para que así sea es muy importante que te tomes el proceso con calma, y empieces con el tiempo suficiente para que si un día estás cansada o hay alguna letra que se te atraviesa, no se convierta en un problema. Es cierto que la caligrafía relaja pero, tal y como hemos dicho, también requiere de cierta concentración, así que no entres en una contrarreloj y para cuando lo creas necesario para coger aire. Verás que, tras un descanso o un café a tiempo todo fluye como tú deseas.
Descubre tu propio estilo
Cuando se aprende caligrafía, se parte de unos estilos concretos, como el itálico o el isabelino, y se comienza copiando con cuidado cada grafía para imitarla lo mejor posible. Esto es muy útil a la hora de aprender, pero puede restarnos fluidez y placer cuando estemos escribiendo las invitaciones.
Deja que lo aprendido en la caligrafía y tu propio estilo se fundan hasta encontrar tu propia letra, para que tras haber practicado llegue la fluidez y puedas reconocer las invitaciones como una obra tuya. Piensa en la caligrafía como la base que te va a llevar a lo creativo y lo personal, porque el resultado será más bonito de lo que imaginas.
Más allá de las invitaciones
Si quieres extender el DIY en tu boda y no limitarte a las invitaciones, seguro que aprender caligrafía te descubre un montón de nuevas posibilidades. Y aquí el lettering sí puede ser el complemento perfecto para que no se te escape ningún detalle.
Además de las invitaciones, deja tu impronta personal en el seating, los regalos para los invitados, la cartelería o los menús. El carácter artesanal y la original estética cautivará a los asistentes y sabrán apreciar todo el mimo y cuidado que has puesto en la celebración de ese día tan importante.
Qué necesitas para empezar
Tal y como hemos comentado, según lo hábil que seas escribiendo te resultará más o menos sencillo entregarte al arte de la caligrafía, pero cuentas con todo tipo de recursos accesibles que harán que aprender te resulte muy placentero. Existen diferentes talleres de caligrafía, algunos de ellos enfocados a las invitaciones de boda, además de tutoriales en vídeo o manuales de todo tipo, según lo que andes buscando.
Además de elegir cómo quieres aprender, no te olvides de hacerte con los materiales adecuados desde el principio. Te contamos cuáles son los imprescindibles:
- Una plumilla: las hay de diferentes tamaños, según la letra que queramos hacer. Comienza con una de tamaño estándar y cuando la manejes ve probando con otros tamaños para poder combinarlos.
- Además de la plumilla, necesitarás un soporte para la misma.
- Tinta: Es fundamental para la caligrafía y puedes combinar diferentes tipos y colores, aunque para aprender utilices una negra. Los tipo más utilizados son la acuarela líquida, metalizada o el gouache.
- Un papel liso o de algodón para poder escribir con suavidad.
- Papel absorbente para retirar el exceso de tinta y evitar que se manche lo que has escrito.