Bodas en San Valentín: cómo sorprender a tus invitados si además del día de tu boda celebras el día del amor
No hay mejor forma de celebrar el día de los enamorados que casándose y esto te dará la excusa perfecta para la temática
Gominolas de corazón, pequeñas joyitas, una decoración profundamente romántica… estos son solo algunos detalles para que tus invitados acaben enamorados de tu boda
Si hay un sitio en el que se celebre el amor por todo lo alto esas son las bodas. Y si hay un día para hacer lo propio es el día de San Valentín. En ambos escenarios se respira amor por todas partes, así que si sumamos ambos es imposible imaginar algo más romántico. Por eso no es de extrañar que muchos novios elijan el día de los enamorados para la celebración de su boda.
Pero es que celebrar bodas el día de San Valentín es todo ventajas. Para empezar, porque la temática de la boda está servida: el amor. Y desde ahí va todo rodado. Pero es cierto que el día de los enamorados está lleno de tópicos y es muy fácil caer en ellos y si algo debe ser una boda es original y única, así que no hay lugar para tópicos.
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Así que, al final, preparar una boda en San Valentín también puede suponer un reto si nos queremos desmarcar. Especialmente por los detalles, entre los que se encuentran los regalos que se le harán a los invitados, y es que es realmente fácil recurrir a las bolsitas de pétalos perfumados, que ya están demasiado vistas y que luego nunca nadie usa para nada. Pero que no cunda el pánico porque tenemos las ideas para que puedas celebrar una boda original en San Valentín, al menos en lo que a la parte de los detalles de los invitados se refiere.
Gominolas de corazón
Parece uno de los regalos típicos pero en realidad es uno de los más prácticos, sencillos y económicos. Además, pueden prepararlas los propios novios. Comprad bombones o gominolas con forma de corazón de diferentes tamaños y rellenad pequeños saquitos con ellos. Decorad la bolsa con un lazo rojo, siguiendo la línea de color de San Valentín. En cierto momento este será un aperitivo perfecto para los invitados después de la cena, cuando el hambre y las ganas de algo dulce vuelvan a aflorar.
Velas
Las velas son uno de los detalles que siempre están más relacionados con el amor. Encender una vela crea un ambiente íntimo, son las protagonistas de las cenas de dos y relajan un baño en pareja. En definitiva, no puede haber un símbolo más claro del romanticismo. Además, será un detalle que durará mucho tiempo pues los invitados solo lo usarán en ocasiones especiales. Podéis elegirlas blancas y dentro de vasitos decorados con motivos de San Valentín u otras con forma de corazón o de flor, para hacerlas más románticas directamente.
Para las parejas
Seguramente, a la boda acudirán invitados que son pareja. Aprovecha para hacerles un regalo especial, como pasando el testigo del amor que celebráis en la boda justo el día de San Valentín. Un ejemplo puede ser uno de esos detalles para parejas, es decir, un regalo en el que una parte completa a la otra. Regala una taza a juego o un llavero a juego a todas las parejas que acudan al enlace. Estos de Mr. Wonderful cuestan 12,50 euros.
Una joyita grabada para ellas, unos gemelos para ellos
Si lo que buscas en un regalo más especial y tienes presupuesto para ello, puedes aprovechar el día de San Valentín para demostrar el amor que sientes también por esos amigos que os han acompañado durante ese día. Apuesta por un regalo más especial, como una joya que simbolice ese día. Por ejemplo, en Lemoyne Concept, puedes personalizar este medallón de cerámica con las iniciales de cada una de las invitadas.
Mientras, para ellos, podéis elegir unos gemelos con personalidad. Es decir, esos que están hechos con figuritas, como estos de Lladró que cuestan 95 euros. Elegidlos diferentes y regaladlos según se aproximen más a las personalidades de unos y otros de los invitados.
Un cactus
Si queréis un detalle adorable y que dure mucho, a pesar de que las rosas son la flor de San Valentín, estas están demasiado vistas. Pero si os apetece ir por la línea de las plantas y flores, porque estas también representan el amor, para ser más originales, podéis apostar por regalar pequeños cactus. Elegid un macetero en versión mini decorado con motivos de San Valentín y regalad uno a cada invitado. Podrán decorar con ellos su salón o cualquier espacio de la casa porque además en versión mini se han convertido en motivos decorativos de tendencia.
Una cajita sorpresa
Como si de un cumpleaños de cuando éramos pequeñas se tratase. En ella incluye cosas variadas: un recordatorio de la boda, alguna chuche en forma de corazón, jabones, velas, un pompero para animar la fiesta, serpentinas, confetti en forma de corazón, caramelos, bromas que tengan que ver con el día de los enamorados, sales de baño, etc. En definitiva, elaborad vosotros mismos una especie de kit de supervivencia para la boda. Así, además de un regalo original, haréis que los invitados disfruten mucho más de la fiesta.