Una boda no se prepara de un día para otro y uno de los aspectos más importantes es, además del vestido de la novia, el banquete. Tras la ceremonia la mayoría de invitados están expectantes ante el menú que los recién casados van a ofrecer o cómo se va a distribuir. Por tanto, cada detalle va a estar medido al milímetro, por eso mismo te ofrecemos unos trucos para acertar de lleno en la elección del catering de tu boda y que no exista ni una sola queja ante el menú escogido para esa velada tan especial.
Quizá el primer punto que debas cerrar es saber qué tipo de banquete quieres, todo ello comenzando con el número de invitados. Si es alto está claro que vas a tener que encargar mucha comida, pero en caso de tener una boda más íntima puedes aprovechar para encargar platos más especiales y únicos. Pero sin duda una de las cosas que más quebraderos de cabeza te va a traer es como servir la comida, ya que hay muchos tipos.
El más tradicional es el menú cerrado, donde cada persona se sienta en su mesa y espera a que los camareros le vayan sirviendo. A ello se le ha sumado cierta tendencia a hacerlo bufet, así existe más variedad y cada uno puede confeccionar su propio menú. Pero si hay que apostar por la tendencia que más éxito está teniendo hay que hablar del cóctel. Es una forma mucho menos cuadriculada de realizar el banquete, ya que los invitados pueden moverse por la zona, estar sentados o de pie, mientras los camareros pasan por toda la zona con bandejas en las que llevan comida y bebida. Además, también se suelen instalar pequeños puestos para hacer comida al instante, como carnes o pescados.
Pero para llegar a tener ese banquete tan deseado primero debes elaborar un presupuesto para el catering teniendo en cuenta la cantidad de invitados que tengas y los costes de los productos que quieres tener en el menú. Por eso mismo no está de más trabajar mano a mano con profesionales a los que exponer la idea que tienes en mente sobre el menú, sin olvidarte también de estar en contacto con el lugar donde se va a celebrar para ver si esas ideas se pueden llevar a cabo de forma efectiva.
Otro de los factores que tienes que tener en cuenta es la cubertería, la vajilla o la mantelería. ¿Por qué es importante? Porque debes saber si viene incluido en el catering, de forma que todo lleve una estética acorde, o por el contrario te la ofrece el lugar donde celebras el evento. Una vez lo tienes claro te tocará trabajar junto a ellos, ya que no será lo mismo el diseño para una boda de día que para una de noche, ni tampoco el menú. Pero antes de decidirte compara presupuestos entre empresas de catering y la oferta de platos de los que disponen, además de la disposición de barra libre.
A la hora de la elección del menú, sea del tipo que sea, nunca está de más el tener en cuenta posibles necesidades de algunos invitados ante alergias o intolerancias. Por tanto, una vez te informes bien con tus invitados puedes trabajar menús para alérgicos a los mariscos o frutos secos o para aquellos que sean celiacos o intolerantes a la lactosa. Así tendrás la seguridad de que todo el menú estará preparado para las necesidades de tus invitados.
Otro de los puntos es probar, porque claro, si no pruebas lo que vas a servir en la mesa a tus comensales vas un poco a ciegas. Por tanto es clave degustar los platos candidatos para así saber la calidad de los productos y ver que viene mejor para tu enlace. De esta manera en la degustación sabrás qué cantidades, si hay que eliminar algo o si es mejor cambiar algún producto o plato.
Con todo esto parece que ya tienes encaminado el catering de tu boda, desde los entrantes, hasta los platos principales, los postres y esa impresionante tarta de boda que todos tus invitados estarán deseando degustar.