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A la hora de organizar nuestra boda, si hay niños invitados es necesario que dediquemos el tiempo necesario a pensar cómo pueden entretenerse durante el banquete. Es fácil caer en la tentación de invertir todo nuestro esfuerzo en pensar en los adultos y en cómo debemos organizar la boda para que disfruten al máximo. Pero los niños no disfrutan con las mismas cosas, por eso es importante tener todo preparado para que ese día sea también una fiesta para ellos.
Si consigues que puedan estar entretenidos con actividades y espacios pensados para ellos, seguro que no amenizan la fiesta inventando sus propias travesuras, además de pasarlo en grande. Para que así ocurra, y tu boda sea una gran celebración no solo para los mayores, sino también para los pequeños, aquí tienes unas ideas que te pueden ayudar a conseguirlo.
A menos que los niños sean muy pequeños y no quieran separarse de sus padres, comer en una mesa solo para ellos es la mejor solución. De esta manera, tanto ellos como los adultos se sentirán más libres en sus propias mesas: los niños “liberándose” de la supervisión de sus padres, y estos disfrutando de las conversaciones sin tener que estar pendientes de cuidar a sus hijos.
Es muy importante que el menú que se sirve en la mesa infantil esté pensado para ellos. Seguro que has invertido mucho tiempo en dar con un menú pensado para que tus invitados disfruten del banquete, pero seguramente a los niños no les resulte lo más apetecible. Déjate aconsejar por la empresa de catering, y piensa en qué platos son los que realmente les harán disfrutar del momento de la comida.
Los niños disfrutan mucho con las pinturas de todo tipo: rotuladores, lápices, ceras, acuarelas… Tener una mesa preparada con este tipo de material y hojas en blanco, de colores, cartulinas, tijeras y pegamento puede proporcionarles muchos ratos de diversión en diferentes momentos de la fiesta. Si la tienen a su disposición, no dudes en que acabarán pasando allí largos ratos. Puedes incluir otro tipo de materiales que les encantan, como plastilina, barro o pegatinas.
Además de darles la libertad de utilizar todo esto como ellos prefieran, puedes añadir alguna actividad que les motive, como hacer antifaces para los invitados o poner un panel para que cuelguen dibujos en los que aparezcan los novios.
Esta elección, por lo general, suele depender del presupuesto que tengas para la boda. Si dispones de él, puedes contratar los servicios de una empresa que te proporcione actividades que les encantan a los niños y que pueden tenerlos entretenidos tanto tiempo como acordéis. Desde magos a cuentacuentos, pasando por pintacaras y pequeños grupos de teatro que les hagan partícipes de su historia. Es una solución perfecta para que ellos pasen un rato inolvidable y tú no tengas que preocuparte por nada.
Esta es sin duda una de las actividades preferidas de los niños, y puedes organizar una tanto en interior como en exterior, aunque esto último siempre es lo más apetecible. Para prepararla debes conocer bien el espacio de la celebración y preparar una serie de pistas que los niños deben ir resolviendo hasta dar con el tesoro. Es una excusa perfecta para que en él se encuentren los regalos que pensabas hacerles como recuerdo de boda, y seguro que después de haberlos conseguido tras un divertido juego que les ha puesto a prueba, les darán más valor y los conservarán durante más tiempo.
Aunque a veces pensemos lo contrario, los niños también se cansan, y una boda es también para ellos un acontecimiento muy importante que puede llegar a agotarles en algún momento. Sabemos que los adultos van a estar siempre ahí para atenderles, pero puede que lo único que los niños necesitan es un espacio propio para descansar.
Si dispones de sitio, habilita un rincón con cojines donde puedan tumbarse, agua y algún dulce para reponer fuerzas, e incluso algún juego de mesa que les ayude a desconectar. Si se trata de un espacio aislado, puede sonar para ellos música relajante. Si cuidas un poco la ambientación puede convertirse en un lugar lleno de magia al que les encantará acudir en busca de un pequeño respiro.
Cuando llegue la hora del baile es posible que los niños más marchosos se acerquen a la pista dispuestos a darlo todo escuchando sus canciones favoritas (están al día de las novedades musicales más de lo que imaginamos). Pero es posible que se cansen pronto y que haya otros niños a los que el baile no les interese ni siquiera para un rato.
Llegado este momento la mejor manera de tenerlos entretenidos, pero sin requerir ningún esfuerzo por su parte ya que estarán cansados, es habilitar un espacio a modo de sala de cine. Haz una selección de películas que se adapten a las edades que tengan y que se pongan cómodos para disfrutar. Si quieres conquistarlos por completo añade unos snacks o pequeñas bolsas de palomitas. Estarán felices.