La tradición marcaba en España, hasta hace no mucho, unos votos matrimoniales convencionales que coincidían con el intercambio de anillos durante la boda. Sin duda se trata de uno de los momentos más emotivos de la celebración y por eso ha ido calando el ejemplo de otros países en los que los votos son escritos de manera personal por los propios novios.

Cada vez son más las parejas que se animan a no dejar pasar la oportunidad de hacer una declaración de amor y compromiso al otro lo más auténtica posible en ese día tan importante, bajo la atenta mirada de los invitados.

Si te estás planteando escribir tus propios votos, pero no sabes por dónde empezar o tienes dudas acerca de cómo deberían ser, aquí tienes unos tips que te van a ayudar a redactar los tuyos para que ese día todo sea perfecto.

Esta es una de tantas decisiones que tenéis que tomar en común. Nada de sorprenderle con unos votos matrimoniales personales sin que él haya tenido la oportunidad de preparar también los suyos. Si quieres dedicarle unas palabras por sorpresa, resérvalas para el momento del brindis, por ejemplo.

Una vez que hay acuerdo en qué tipo de votos vais a hacer, tenéis que decidir si los vais a preparar juntos, con un menaje común, o por separado. Seguramente esta segunda opción sea la elegida, así que muy atenta a lo que te contamos a continuación.

En el fondo la respuesta a esta pregunta solo la tienes tú. El tono de tus votos matrimoniales va a estar marcado por tu carácter y personalidad, así que seguramente destaque alguna de estas tres posibilidades por encima de las demás. En cualquier caso, nuestra recomendación es que tus votos cubran todas las posibilidades.

Es decir, originales van a ser porque estarán escritos por ti, y eso algo que ningún otro discurso va a poder imitar. Que sea romántico es inevitable, porque la finalidad de los votos es transmitirle a la otra persona el amor que sientes por ella, el mismo que te ha llevado a estar ese día pronunciado un “sí, quiero”; cargado de intenciones.

Y el toque de humor, a menos que no vaya nada con tu carácter, es ese guiño definitivo a vuestra complicidad, pero esta vez compartida con todos los invitados. Un soplo de aire fresco que hará que el discurso se de lo más especial y personal. Eso sí, te recomendamos que evites las alusiones personales que resulten muy crípticas para los asistentes. Se trata de encontrar el equilibrio entre lo personal y lo que, además, quieres transmitir a los asistentes a vuestra boda.

Para que tus palabras sean las de otro ya están los votos convencionales. Sabemos que no se trata de unas palabras que se escriban cada día, pero eso no significa que no estén en ti. Confía en lo que sientes y en tu manera de expresarte, y ya verás cómo consigues elaborar unos votos que serán inolvidables.

Que seas tú misma no quiere decir que no busques referencias que sean importantes para ti o para vosotros, por ejemplo en canciones o películas en las que haya alguna frase que sea capaz de expresar lo que significa vuestra relación. Si encuentras la tuya, puedes incluirla en los votos, porque dicha por ti será algo muy vuestro, al tiempo que será un guiño para todos aquellos que sepan a qué canción o película pertenecen.

Muy atenta a los pasos que te vamos a indicar a continuación, porque son la estructura que necesitas para que tus votos incluyan todo lo necesario:

Podrías empezar a escribir tus votos el mismo día que se cierra el compromiso. Vale, quizás esto es un poco exagerado, pero, por favor, no lo dejes para el final. Te va a sobrar tiempo, eso seguro, pero cuanto más se acerque la fecha de la boda, mayores serán los nervios, y en este asunto no puedes delegar en nadie más. Así que tómate tu tiempo y no dejes que las prisas impidan que escribas los votos que querrías pronunciar.

Y una vez que los tengas, ensaya. Lo suficiente para que te sientas segura ese día, pero no demasiado para que no parezca artificial. Y sabemos que serás capaz de encontrar el justo medio y hacer que tus voto sean inolvidables.