La figura de la dama de honor cada vez es más frecuente en las bodas de todo el mundo, y es que, ya es fundamental para cualquier novia que se precie porque son de gran ayuda y apoyo para ellas. De hecho, libera a la novia de muchas de sus obligaciones haciendo que la preparación de la boda sea mucho más liviana.
Por eso, ser dama de honor es un gran poder y honor (valga la redundancia), pero conlleva una gran responsabilidad. Y es que, la dama de honor debe cumplir con unas tareas y funciones determinadas porque es en quien la novia deposita su confianza. Pero, a pesar de que cada vez más las damas de honor están más instauradas, todavía, cuando nos toca ese papel en la boda de nuestra amiga, no sabemos bien qué vamos a tener que hacer, cómo tenemos y tendremos que actuar, ni siquiera cómo debe ser el vestido de dama de honor.
Pero que no cunda el pánico si la novia te ha concedido ese puesto. Para que seas la mejor dama de honor que tu amiga puede tener, he aquí una guía de todo lo que debe hacer y no le debe faltar a una dama de honor perfecta. Toma nota.
Esta es una de las tareas en las que la dama de honor tiene que mostrar más apoyo a la novia. La mayoría de las veces será la novia la que elija el vestido de la dama de honor, por lo que, si es tu caso, trata de aconsejarla lo mejor posible hacia algo con lo que también te sientas cómoda pero sin causarle un conflicto a la novia. Es decir, apóyala en su decisión aportando tu punto de vista para llegar a un acuerdo entre ambas.
Otra de las opciones, es que la novia delegue la tarea de elegir el vestido de la dama de honor en ella misma. Si ocurre esto, la dama de honor tendrá toda la libertad en la elección del vestido, pero debe ser consciente y consecuente y apostar por un vestido que nunca eclipse el de la novia y que también se adapte a los gustos de esta.
Las flores de dama de honor serán un complemento del vestido que lleve, al igual que ocurre con el ramo de novia. De nuevo, puede ser la novia la que elija los ramos que llevarán las damas o dama de honor, pero si no es así y recae en la dama de honor principal toda esa responsabilidad de elegir cómo debe ser el ramo de flores de cada dama de honor. Si este ha sido el caso, apuesta por flores con personalidad que vayan con cada uno de los vestidos elegidos para cada dama de honor, así como unas coloridas para todas, de acuerdo también con la línea de color del vestido. Eso sí, estos ramos deben ser pequeños, nada pomposos y solo un detalle, ya que nunca deben eclipsar al de la novia, sino ser un complemento de este.
Una de las funciones principales de la dama de honor es ayudar a la novia a elegir el vestido de novia. A simple vista, parece una tarea sencilla y divertida pero lo cierto es que puede convertirse en una misión muy complicada. Antes de la cita para probarse vestidos, la novia estará ya nerviosa de por sí, pero la cosa solo empeorará ante el gran abanico de posibilidades que se le presenta ante sus ojos. Puede llegar un momento en el que la situación sea algo frustrante para la novia porque no sepa decidir cuál es el vestido que le sienta mejor o no dar con el suyo no solo no a la primera, sino mucho después.
La dama de honor perfecta debe servir de apoyo para la novia y es su confidente por lo que, en lo que al vestido de novia se refiere, deberá guiarla con total confianza y darle su opinión más sincera, respetando sus gustos, y, especialmente, con mucho tacto para que la novia no se agobie más ni se ofenda.
E igual que en la elección del vestido de novia muestra un apoyo incondicional, haciéndole saber a la novia que puede confiar en ella, lo mismo ocurre con el resto de tareas de la boda. Es decir, la dama de honor será la mano derecha de la novia en todo momento (al menos la principal). En definitiva, ayudará a la novia con la elección de las flores que vestirán tanto la ceremonia como la decoración del banquete, a decidir la situación de los invitados en las mesas y los detalles que se les regalarán, elegir cómo se peinará y maquillará la novia, e incluso, ayudar a elegir dónde se puede celebrar la boda.
Por su parte, la dama de honor será la que prepare una despedida de soltera para el recuerdo y el día de la boda será una de las responsables de que todo salga bien y atenderá a la novia en cada momento cuando ella lo necesite. Es decir, deberá estar muy pendiente de sus deseos y peticiones, así como de los invitados para que la novia pueda disfrutar de su día.