Una boda entraña una infinidad de tradiciones y supersticiones que, la mayoría de novios, suelen llevar a cabo. Esto se produce porque, probablemente, tengan el ejemplo de sus abuelos o sus padres, quienes también han seguido con esas tradiciones, y todavía mantienen su amor. Es por eso que creen que a ellos les va a suceder lo mismo y prefieren no cambiar las viejas costumbres. Eso sí, las bodas han evolucionado mucho en los últimos años y, en consecuencia, también las tradiciones pero, ¿cuáles son aquellas que han sobrevivido al paso del tiempo?
Una de las tradiciones más conocidas es que la novia tiene que ir vestida de blanco. Y aunque esta parece que lleva mucho tiempo en nuestras vidas, lo cierto es que no es tan antigua. Hasta el siglo XIX, las novias elegían cualquier otro color para el vestido de su boda, como podía ser el negro, el verde, rojo, azul y hasta el plateado. Fue la reina Victoria de Inglaterra quien hizo que este color pasara a la historia como el referente para las novias.
Eso sí, no fue hasta el siglo XX cuando se popularizó en todas las novias, independientemente de su estilo y de su clase social. Además del blanco son aceptados otros tonos, como puede ser el beige, el tostado o el champán. Hoy en día esta costumbre está evolucionando y no será raro ver a novias decantándose por otros tonos como puede ser el rosa pastel o el celeste y el verde agua.
Otra de las costumbres que marca la historia ha sido la de lucir algo nuevo, algo prestado y algo azul. La tradición de llevar algo azul proviene de las novias en Israel, que llevaban una banda azul como símbolo de fidelidad, amor y pureza. Respecto a incluir algo prestado, muchas novias se suelen decantar por alguna joya familiar.
Una tradición que ha superado el paso del tiempo es la de llevar velo. Desde la antigua Grecia y Roma, las mujeres llevaban velo en las bodas para protegerse del mal de ojo. Luego, a lo largo del siglo XIX, el cristianismo lo impuso como un símbolo de pureza y virginidad de la novia de cara al matrimonio. Actualmente, el velo ha perdido este simbolismo, pero sí que es cierto que se sigue utilizando como un complemento más del look.
Aunque puede que sean las tradiciones que menos se dan, sí que es cierto que muchas novias aún las conservan: hablamos de ponerse una liga o lanzar el ramo. Muchas novias continúan cortando su liga y regalando sus trozos a personas especiales o lanzando el ramo de flores para que aquella persona que lo agarre sea la siguiente en pasar por el altar. Son momentos especiales para las novias y es un reconocimiento público y emocionante para aquellas personas que han sido muy especiales en su vida.
Algunos novios suelen seguir la tradición de no verse desde la noche anterior al enlace. Así, pasan su última noche de solteros en habitaciones separadas. Esto convertirá en un momento muy emocionante el hecho de verse directamente en el altar con sus mejores galas.
También, hasta hace poco, los invitados daban la enhorabuena a los novios tirándoles arroz. Se trata de un rito muy antiguo que se cree que proviene de Oriente y con el que se deseaba prosperidad y descendencia al recién estrenado matrimonio. Sí que es cierto que ahora esto se ha sustituido por pétalos de flores, semillas, confeti o pompas de jabón.