Cada vez son más los escenarios en los que puede celebrarse una boda, y no solo nos referimos al banquete y la fiesta, sino también a lo que a la ceremonia se refiere. Hasta nuestro jardín es apto para esta tarea. De hecho, las bodas en jardín están a la orden del día. Y es que motivos no les falta para ser un espacio más donde celebrar enlaces.
El primero de ellos es, por supuesto, la comodidad que ofrece el tener a mano tu propio jardín. Para celebrar tu boda no tendrás ni que salir de casa con todo lo que ello supone: facilidad para cambiarte en un momento dado, todo al alcance de tu mano, no tener que volver después de la noche de fiesta de boda y, lo mejor, que se convierte en una opción mucho más económica, ya que no será necesario alquilar un espacio.
Pero no solo eso, celebrar un enlace en tu propio jardín implica darle un toque mucho más personal, pues toda la decoración para la boda en jardín dependerá de nosotras, con lo cual será absolutamente todo completamente a nuestro gusto.
Aunque este gran poder conlleva también una gran responsabilidad, y es que elegir toda la decoración para un evento de la talla de una boda no es tarea fácil. Y menos cuando se trata de una boda en un jardín, es decir, en el exterior y todo lo que ello conlleva. Y es que no siempre sale el sol, literalmente hablando.
Pero que no cunda el pánico porque solo se necesita una pequeña guía práctica para saber cómo elegir la decoración para la boda en el jardín. He aquí los tips de decoración que necesitas tener en cuenta. ¿Tienes lápiz y papel? Empezamos.
Normalmente, cuando se celebre una boda en jardín será porque es en primavera o en verano, ya que son las temporadas en las que el clima es más óptimo para estar todo el tiempo al aire libre. Por eso, el mejor complemento para la celebración de la boda serán las flores. Y no, no valen con las que ya de por sí haya en el jardín, sino que conviene elegir flores que vayan en la línea de la temática y del resto de la decoración de la boda. En este sentido, si apostamos por una boda oriental, elegir flores como las orquídeas.
Las flores adornarán desde los centros de las mesas hasta las sillas de los invitados, pasando por los rincones que queden libres del jardín. Pero especialmente serán protagonistas en el arco que se construya para dar el “sí, quiero” tras el altar. Porque sí, hay altares en una boda de jardín.
Este aspecto es uno de los que más dudas puede ocasionar, pues estamos acostumbradas a los altares de piedra y mármol de las iglesias. En este caso, una de las mejores opciones es apostar por uno de esos altares por los que se optaría en una boda rústica o al aire libre. Es decir, una mesa de madera oscura y envejecida que pueda ponerse fácilmente en cualquier lugar del jardín, sin necesidad de contratar a nadie en concreto que tenga que trasladar y colocar el altar con maquinaria.
Por supuesto, en una boda en el jardín también será necesario un espacio para hacer las fotos. Aunque lo mejor será que las instantáneas se tomen por todo el jardín para representar a la perfección el ambiente que se vivió en la fiesta. Así, además, se captará a los invitados en su ambiente y máxima diversión y esencia.
Pero siempre debe haber tiempo para hacer algo divertido y con el photocall entre boas de plumas y carteles está servida la diversión. Para hacerlo puedes aprovechar el seto del jardín y atar a él flores o unas luces de neón.
En estos detalles será en los que recaerá la parte más fundamental de la decoración. Al ser una celebración al aire libre, lo mejor será llenar todo con guirnaldas de luces y farolillos de papel sobre las mesas, que aporten luz pero también un ambiente íntimo a la noche de la boda.
Por su parte, apuesta por una cartelería rústica y bohemia a la hora de situar a los invitados en las mesas, para el menú o para señalar por dónde se puede ir al servicio.
Lo ideal será separar en varios espacios los distintos estadios de la boda, de tal forma que sea más fácil distribuir la celebración. Así, en la parte donde se haga la ceremonia se colocarán sillas a juego con el altar, es decir, de madera y rústicas, en filas de cuatro. Después en el otro extremo del jardín se colocarán las mesas para el banquete y en el centro la pista de baile. Esta puede ir iluminada con guirnaldas de bombillas y luces.
Puede que no dispongas de un jardín tan grande. En ese caso, separa una parte para la celebración y otra para el banquete y mientras se hace el banquete se puede ir desalojando la parte de la ceremonia para dejarla como pista de baile.
Hay que tener en cuenta que las bodas en jardín no son para muchos invitados, sino más bien para las bodas más íntimas.
El banquete se celebrará también en el exterior, así que, coloca o varias mesas pequeñas por todo el espacio del jardín o varias mesas alargadas. Decóralas con una cubertería bonita, centros de mesa y mantelería a gusto del consumidor. Ilumínala de la misma forma que la pista de baile, con guirnalda de bombillas. Apuesta por colores fuertes para la mantelería, dando un toque tropical a la mesa.
Por si llueve, lo mejor será contar con un plan b a modo de carpa y así evitar imprevistos.