María Fernández-Rubíes nunca falla. Da igual el tipo de evento, da igual el momento y da igual la ocasión, la influencer siempre escoge el mejor look. Y así sucedió también el día de su boda. La joven no lo tenía nada fácil en el día de su boda, pero logró sorprender. No era la primera influencer que pasaba por el altar y los antecedentes habían dejado el listón bastante alto.
Fue en el año 2018 cuando María decidió darse el ‘sí, quiero’, tras una larga relación, con el dentista Manuel Losada. Para ello, la madrileña se decantó por un dos piezas que conjuntó con un abrigo y un vestido entallado.
Las dos piezas habían sido diseñadas por el taller madrileño From Lista With Love. Eso sí, como buena novia, María escogió otro diseño más diferente, más distendido e informal para el momento de la fiesta. Este era entallado con un escote geométrico en la espalda y más cómodo para bailar durante horas.
María se decantó por no llevar velo y hacerse unas ligeras ondas al agua con el pelo suelto. Como complementos llevó joyas de la marca Suárez, hechas a medida. Además, el ramo estaba compuesto por eucaliptos y hortensias blancas. El novio vistió un elegante chaqué gris, con camisa blanca, corbata y pañuelo oscuro.
La pareja se casó en un escenario muy especial, en la iglesia de las Salesas, una de las más especiales de la capital. Después se trasladaron para la celebración hasta Casa Mónico, una finca a unos 10 kilómetros de Madrid.
Todos los ojos estaban puestos en los invitados, entre los que se encontraban las influencers más cotizadas del país. María Pombo acudió junto a su amiga Marta y eligió un traje en tonos verdes de la firma Ze García. Por su parte, Grace Villarreal optó por un diseño en tonos mostaza.