El coronavirus ha hecho que muchos novios se hayan visto obligados a cancelar sus bodas. Entre los principales motivos, además del más obvio que es el miedo al contagio, que la Covid-19 ha restringido el aforo, se han prohibido los bailes, los banquetes ya no son como eran y tampoco hay cóctel ni picoteo previo y, por supuesto, tampoco barra libre y fiesta. Pero también hay novios que han decidido seguir adelante con sus planes y celebrar la boda que habían empezado a organizar aunque suponga retocar algunos detalles y renunciar a ciertos otros que de no ser por el coronavirus hubieran podido disfrutar. Aunque los de este segundo grupo han sabido jugar perfectamente sus cartas y ver la cara B de la situación para lograr su boda ideal (o casi).
Si tus amigos son de este grupo de locos por el amor que han seguido adelante contra viento y marea, y han querido darse el “sí, quiero” cueste lo que cueste, seguramente tengas una boda este otoño-invierno 2020. Pero antes de que rechaces la invitación, ya sea por miedo o por andar un poco perdida en el tema de este tipo de celebración por el coronavirus, toma nota de estas claves para disfrutar de la atípica boda de invierno pero realmente especial que se avecina.
Ahora que la mascarilla se ha convertido en el accesorio que más lucimos a diario porque es más que obligatoria, cada vez son más los que apuestan por mascarillas estampadas o de colores, convirtiéndolo en una parte más de su look, así que, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra apuesta de invitada? Así, la mascarilla no romperá el look, sino que lo hará más lineal.
Deja a un lado los bolsos rígidos y extremadamente pequeños y apuesta por bolsos más tipo bombonera o clutch en los que tengas la posibilidad de llevar algo más que el DNI, la tarjeta de crédito y las llaves de casa. Y es que, usar el gel hidroalcohólico será muy necesario, ya que estarás con gente con la que puede que no estés habitualmente y tocaréis lo mismo y además antes del banquete y después de este, etc. Esta es de Cuplé y está rebajada a 15 euros.
A pesar de que se tratará de una boda pequeña por no decir íntima, y será fácil mantener la distancia de seguridad entre los invitados, especialmente porque habrán sido los propios novios los que lo estipulen, por ejemplo, en el banquete, asegúrate de mantenerte a una distancia prudencial del resto de invitados, no les saludes con contacto físico y cuando hables con ellos lleva puesta la mascarilla. Igual, si en un momento te levantas de tu sitio para ir al baño, ya que el movimiento para saludarse entre invitados y a los novios estará más limitado y serán estos últimos los que puedan moverse.
Por eso, para respetar las medidas de seguridad e higiene, es muy importante que respetes el sitio en el que los novios han planificado que te sientes. Así te asegurarás de que está desinfectado y de que nadie más se ha sentado allí antes. Así que lo mejor será que hables con tus amigos previamente si quieres asegurarte de estar sentada en un sitio y en un grupo concretos.
Una de las opciones por las que más se está apostando para las bodas en Covid-19 es hacerlas al aire libre para que los invitados se sientan más seguros y se olviden los miedos que implica ahora un espacio cerrado. Aunque todo apunta que para una boda de invierno invierno deberá buscarse otra solución, hasta que este esté bien entrado seguiremos viendo bodas al aire libre o en carpas como mucho, así que apuesta por un traje de chaqueta o un mono o vestido que pueda sumarse a una blazer para no pasar frío pero seguir derrochando estilo.
No habrá baile, queda completamente descartado, así lo han impuesto las autoridades para las bodas del coronavirus. Pero eso no significa que la boda vaya a consistir en el banquete y ya está, habrá celebración al completo. Y es que puede haber espectáculos, conciertos pequeños, número de magia, números de los propios novios, el reparto del ramo o demás sorpresas que estos inventen para animar la celebración y que sea única. La noche será larga.
Por supuesto, cada invitado tendrá su plato individual tanto de entrantes, como de primero, segundo y postre y serán los camareros los responsables de repartir tanto la comida como la bebida. Pero a medida que avanza la velada, fluye la conversación, aumenta la confianza, se pierde la vergüenza y hay a quien se le olvida la situación en la que vivimos y puede, por ejemplo, si hay dos tipos de menú, querer probar de tu opción. Contesta con un rotundo no.