En los enlaces nos podemos encontrar con distintas tradiciones arraigadas y que se repiten boda tras boda. Una de ella es el uso del velo por parte de la novia, algo que, incluso en la actualidad, se ha convertido en todo un ‘must’, un elemento fundamental que no suele fallar, sobre todo en las bodas católicas.
El velo es un complemento que suele lucir la novia durante la ceremonia, como si fuera un adorno del peinado. Este puede cubrir el rostro o no y tiene diversos significados. Esta tradición se remonta a la época griega, cuando se comenzó a usar para proteger a la novia del mal de ojo; sin embargo, para la tradición cristiana suele simbolizar la pureza de la unión.
Hay muchas novias que en la actualidad siguen luciendo el velo, mientras que otras se decantan por un tocado. En el caso de elegir el velo, este se suele llevar en un recogido, que culmina el look de una forma espectacular. Con todo, el velo se ha convertido en todo un icono de moda y nos lo podemos encontrar más clásicos, vanguardistas o bohemios. Pero, ¿cuáles han sido los velos con recogido más bonitos e icónicos de la historia?
Una de las novias más elegantes fue Mary de Dinamarca. La Royal se decantó, para pasar por el altar, por un precioso vestido color nacarado y un vestido con escote barco y con mangas en forma de cala. De esta manera, puso el broche a su idílica relación con Federico de Dinamarca. Aunque eso sí, toda la atención se la llevó el velo, un precioso diseño de encaje irlandés de más de cien años -el mismo que había usado Margaret de Suecia en 1905-. Además, Mary escogió un recogido italiano para la parte superior.
Otra famosa que se decantó por un velo con recogido fue Nicky Hilton. La rica heredera se decantó por un velo de tul con blondas de encaje a juego con su vestido. El diseño estaba firmado por Valentino y, además, medía más de dos metros, sobrepasando el bajo del vestido. Nicky se decantó por un moño alto.
Tampoco podemos dejar de mencionar el velo de Eva González. La modelo contrajo matrimonio vestida de Pronovias, con un vestido minimalista y con una espalda de encaje en tul cristal. Para esa ocasión tan especial, la de Mairena del Alcor escogió un velo de tul, que sobrepasaba la cola del traje a pesar de tener tres metros de largo. Además, estaba recogido, en la parte trasera, con un broche de oro blanco con más de 200 diamantes, diseñado por joyería Suárez.
Charlene de Mónaco se decantó por un velo más sencillo. Para confeccionarlo se utilizaron más de 20 metros de tul de seda para recrear ese efecto sfumato sobre el rostro y con los hombros al descubierto. Además, esto contrastaba con el satén duquesa del vestido. El largo de la caída era hasta la punta de los dedos y estaba protagonizado por un imponente recogido.
Sofia Hellqvist lució radiante en el día de su boda con Carlos Felipe de Suecia. El traje estaba firmado por la sueca Ida Sjöstedt. El diseño se confeccionó en tres tonos de blanco, con un velo del mismo largo que la cola del vestido y este estaba sujeto en la parte superior de un moño bajo. Además, estaba elaborado en tul con encaje de algodón puro bordado a mano.