Segundo matrimonio: claves y protocolo a seguir para que la boda sea un éxito
Cuando se trata de celebrar una segunda boda, hay que tomar muchas decisiones: civil o religiosa, íntima o muy grande…
También hay que organizar los papeles y el protocolo pertinente. En Divinity.es te damos las claves.
Una boda siempre es mucho más que el símbolo de la unión de dos personas: concretamente, meses de estrés y organización que no culminan hasta semanas después de la ceremonia. Presupuestos, documentos y sellos, malabares con las familias y las fechas… el proceso es precioso, pero puede desquiciar a cualquiera.
En el caso de que estés organizando una segunda boda, la cosa puede complicarse. El protocolo a seguir y los documentos exigidos no siempre están claros, aunque hay una buena noticia: al menos una de las dos personas tiene experiencia organizando bodas y sabe qué charcos conviene no pisar. Además, esta es una oportunidad de oro para hacer las cosas como queráis.
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¿Por qué tienes que renunciar a una boda de blanco llena de detalles, aunque sea tu segundo matrimonio? O, si lo que prefieres es una boda íntima y personal, ¿por qué tienes que organizar un evento a lo grande? Tenéis claro lo que os gusta y lo que no, y sabéis cómo queréis celebrar vuestro proyecto en común. Eso os ahorrará muchos dolores de cabeza.
Registros legales para segundos matrimonios
Una vez os hayáis comprometido, debéis conseguir los papeles vais a necesitar durante el proceso. Esto os llevará unos meses, especialmente en el caso de que alguno esté divorciado: hay que reunir los documentos de identidad, el certificado de anulación de divorcio o seleccionar a los testigos y conseguir sus datos personales, entre otros.
Como en las primeras nupcias, podéis escoger entre una ceremonia civil o religiosa. Por norma general, la segunda opción es más complicada, ya que las personas divorciadas necesitan una nulidad matrimonial para poder casarse de nuevo por el rito católico. No existe el mismo problema en caso de viudedad.
En caso de que no sea posible celebrar la boda en una Iglesia y una de las dos personas tenga especial ilusión en ello, existe la posibilidad de realizar un rito simbólico llamado ‘la bendición de los anillos’. Aunque no tiene ningún efecto legal, el sacerdote puede coger las alianzas y bendecir la unión del futuro matrimonio, dándole ese peso que de otra manera no podréis obtener.
El estilo de la boda
Si bien al principio no es necesario detallar cada minuto de la ceremonia, es conveniente que empecéis a plantearos cómo queréis que sea vuestra boda. ¿Queréis que sea el fiestón del año o algo más simbólico y tranquilo? Cuanto antes penséis en los proveedores, antes conseguiréis a aquellos que realmente queréis en vuestra boda.
Podéis aprovechar las segundas nupcias para hacer una boda diferente, como celebrar vuestra unión por un rito que os interese. Podéis casaros antes en el Ayuntamiento y después reunir a vuestros invitados para una boda balinesa, una ceremonia de la arena… hay mucho donde elegir y seguro que alguno encaja perfectamente con vuestros requisitos.
¿Cómo es el protocolo?
Cuando hablamos de protocolo, solemos pensar en la organización de la ceremonia: intercambio de anillos, elección de la marcha nupcial, posicionamiento de los novios… Lo cierto es que el protocolo es mucho más que eso: son todas las normas que rodean a una boda y a las personas que participan en la misma.
A grandes rasgos, el protocolo no cambia mucho de una primera boda a una segunda. Se recomienda que las personas esperen hasta estar legalmente divorciadas para lucir el anillo, pero en lo que se refiere a la ceremonia en sí, son detalles pequeños que, además, tienden a desaparecer. Las últimas tendencias en bodas animan a los contrayentes a abandonar la etiqueta y el encorsetamiento tradicional y a personalizar todos los elementos que configuran su enlace. A fin de cuentas, es un día para celebrar su unión y que todo el mundo lo pase bien.