La moda nupcial no sigue las tendencias al pie de la letra, evoluciona de un modo más lento que el prêt-à-porter, que apuesta por nuevos patrones y colores cada seis meses. En los vestidos de novia todo es mucho más sutil y aunque hay clásicos que no pasan de moda, cada temporada es inevitable asistir al nacimiento de nuevas tendencias.
Tras una etapa difícil en la que muchas bodas se han suspendido, retrasado e incluso celebrado de manera muy contenida y en la que las novias han apostado por la sencillez, parece que llega la ansiada normalidad, las ganas de celebrar por todo lo alto y hacerlo con vestidos que estén a la altura de estas nuevas circunstancias.
Esto no significa que la moda nupcial haya dado un giro de 180 grados, solo supone que algunos detalles que habían quedado olvidados desde 2020, vuelven a ser las estrellas de la temporada.
Para descubrir las tendencias para novias más destacadas de 2022 lo más sencillo es distinguir entre los colores, tejidos, patrones y complementos que más se van a llevar durante el año.
Si hablamos del blanco nupcial, es imposible elegir una sola de las tres tendencias que van a triunfar en 2022. La primera y más clásica es el blanco puro, una apuesta que no pasa de moda y que va a seguir siendo un acierto por muchos años que pasen.
La segunda opción es la que incluye blancos más cálidos que el nuclear y que van del blanco roto al beige y que abarca otras tonalidades como el beige y el champagne.
La tercera apuesta, la más atrevida, es la que incluye el color como opción para un vestido de novia. Puede ser de manera muy sutil, mediante pequeños bordados o aplicaciones, o de forma evidente, apostando por un vestido de novia de color.
Cuando hablamos de tejidos, igual que sucede con el color, existen opciones que no fallan, son clásicos recurrentes como el mikado, la organza, el crepe, el gazar o el tul. Pero esta temporada apuesta por dos líneas contrapuestas: los tejidos ligeros y los rústicos.
Entre los tejidos ligeros, imprescindibles para la confección de vestidos con mucha caída, hay que mencionar, como una de las estrellas de la temporada, el satén. Es un tejido brillante que encaja con ese deseo de celebración que ha vuelto a nuestras vidas.
En cuanto a los segundos, los tejidos de aspecto artesanal y natural como el lino han cobrado mucha fuerza, posiblemente porque muchas novias llevan años abrazando la cultura eco como filosofía de vida.
En cuanto a los patrones, si bien la sencillez y el minimalismo son tendencias que no pasan de moda, así como otros clásicos que van del estilo princesa al corte sirena, la contención de los dos últimos años ha dejado paso a un deseo de explotar a base de volúmenes.
Las tendencias de 2022 incluyen detalles especiales y divertidos como frunces, drapeados, plisados, mangas abullonadas, faldas voluptuosas, volantes, escotes en la espalda, asimetrías y fantasías como lazos oversize, plumas, encajes y piedras de strass. No todo al mismo tiempo, por supuesto.
En cuanto al largo de los vestidos, es indiscutible que los vestidos largos y con cola son una opción infalible, pero si balamos de tendencias, lo que se lleva es un largo que deje ver el zapato y prescindir de la clásica cola. Es moda, es atrevido y está pensado para las novias más osadas.
Desde hace unos años los complementos han pasado a ser auténticos protagonistas en el día ‘B’ y el año 2022 no será una excepción. Los zapatos ya no son simplemente del mismo color del vestido, el velo deja paso a los sombreros, los ramos de flores a los bolsos y las joyas con valor sentimental ocupan un lugar protagonista en el look nupcial.