María Pombo puso el broche en su relación en el verano de 2019. La madrileña pasó por el altar de la mano de su novio, Pablo Castellano, en una de sus iglesias favoritas, situada en Castañeda, Cantabria, donde ella ha veraneado toda su vida. Al dedicarse a las redes sociales y a la moda es normal que todas las miradas fueran al vestido elegido para darse el ‘sí, quiero’.
La joven sorprendió a todos con su elección, que no dejó indiferente a nadie. La influencer se decantó por un diseño de Yolancris. Una firma de reconocido prestigio que firmó los dos diseños nupciales que lució María, tanto en la ceremonia como en la posterior celebración.
El diseño era totalmente personalizado y destacaba por un abrigo largo con cola estilo batín con transparencias. Era una prenda fina, perfecta para el tiempo cántabro del mes de junio, donde refresca a última hora de la tarde. Además, hasta pocos días antes de la celebración, María tenía miedo de que su boda se tiñera por la lluvia. La capa estaba realizada con tul bordado con todo tipo de detalles, aplicaciones de pedrería con abalorios, canutillos y perlas diminutas en distintos tonos claros.
Además, destacaban las mangas acampanadas con botones de cristal y acabado en pico. Algo que le proporcionaba ese toque más original y que le diferenciaba de otros enlaces. Debajo de esta capa se encontraba un vestido de estilo sirena realizado en crepé que se ceñía muy bien a su cuerpo. Este estaba diseñado de una forma muy discreta y sencilla con un escote halter y una apariencia más lisa.
El vestido contaba con unas aberturas en la espalda y en los costados, lo que proporcionaba ese toque más atrevido y sensual. Yolancris trabajaron codo con codo con María, desde Barcelona, para no dejar de lado su esencia con volantes, encajes y abalorios para combinarlo con la personalidad y los gustos de María. Además, la joven remató su look con unas joyas de la exclusiva marca Suárez.
Los pendientes eran de diamantes y zafiros diseñados en exclusiva para la novia y que hacían referencia a su anillo de compromiso, donde destacaba el color azul. Respecto al peinado, la joven se decantó por un peinado semirecogido con una trenza de espiga, donde destacaban las ondas.
Como ya hemos comentado, su segundo vestido también estaba firmado por Yolancris. La joven eligió un look más arriesgado y de estilo boho chic. Este tenía inspiración folk de finales de los años 60 y que pertenece a la colección nupcial de 2018. El vestido era de corte sirena, con una silueta clásica y conformado por varios flecos, encajes y transparencias. Además, María le dio su toque personal con una camisa blanca anudada por delante. También, decidió soltarse la melena para ese momento.