La elección del vestido de novia es una de las más importantes de la boda. Muchos son los mitos y leyendas que girar en torno a esta prenda, en lo que se refiere a que hay que dar con el tuyo, como si se tratase de tu amor verdadero. Pero es que lo cierto es que la manera en la que nos vestimos y lo cómodas y nosotras que nos sentimos con el look que llevemos sea cual sea la ocasión va a condicionar completamente el resultado de esa situación para nosotras. Así que con los vestidos de boda no iban a ser menos De hecho, esto ocurre y nos preocupa mucho más.
Nuestro vestido de novia no puede hacernos bajo ningún concepto sentirnos disfrazadas, lo que se traducirá en sentirnos incómodas no solo con el vestido sino durante todo el tiempo que lo llevemos puesto. Y eso es algo que no puede ocurrir en un día tan importante como el de la boda. Por eso se vuelve tan fundamental dar con el vestido perfecto para cada una, además de porque será una prenda que guarde miles de recuerdos de un día tan especial, con lo que terminará teniendo gran valor emocional. Esto nos lleva a realizar una búsqueda de lo más exhaustiva, pero a veces es complicado hasta saber por dónde empezar. Y es que, ¿qué queremos?
Por suerte, tenemos donde inspirarnos. A pesar de que han llevado vestidos de novia espectaculares que están al alcance de muy pocas, las princesas y 'royals' de los distintos países del mundo siempre han marcado historia en lo que a looks nupciales se refieren, siendo las más envidiadas del reino (y nunca mejor dicho). Especialmente, las más recientes. Así que, aunque los suyos sean como sueños hechos realidad, no se nos ocurre mejores modelos en las que mirar para dar forma a nuestro vestido. De hecho pueden convertirse en la base para que el nuestro también lo sea. ¡Toma nota!
Hace tan solo unos días se celebraba el decimosexto aniversario de la boda de los Reyes de España. Y también de aquel vestido de novia de Pertegaz que Letizia Ortiz lució para recorrer el pasillo de la madrileña Catedral de la Almudena. Si por algo destacaba este diseño no era solo por su cola larga, que también, acompañada hasta el final por el velo, sino por la forma en la que empezaba y terminaba el vestido. Es decir, parecía un diseño rígido debido al cuello elevado pero que se abría en forma de “v” ondulada haciendo lo mismo en las mangas. Sin duda, los puntos fuertes del vestido, pero por si quedaba alguna duda, esto se señalaba bordando flores en ambas zonas.
El de la reina Letizia es una opción perfecta para las bodas más clásicas y, especialmente de invierno, ya que la manga larga y la tela algo más gruesa hace que sea un vestido demasiado cargado para el verano.
Otro de los vestidos de novia de princesa que harán historia fue el Alexander McQueen de Kate Middleton en su boda con el príncipe Guillermo. Este parecía que se construía con escote corazón pero el cuerpo se recubría con un fino encaje con escote en v para no romper la forma de la parte de abajo del vestido. Además, el vestido de boda de KateKate llamó también la atención por no ser demasiado recargado ni pomposo ni voluminoso, el encaje y el tejido satinado hicieron el resto. Una opción delicada donde las haya y un truco de estilo si quieres lucir tu vestido sin necesidad de cubrir los hombros con una capa extra.
Y si nos fijamos en el look nupcial de Kate Middleton es imposible no hacer lo propio en el de Meghan Markle. Dicen que las comparaciones son odiosas pero a las dos cuñadas es algo que les ha perseguido desde el principio de los tiempos. Así que no iba a ser menos al tratarse de sus vestidos de novia.
A falta de uno Meghan Markle sorprendió con dos vestidos, una opción que, de nuevo, no está al alcance de todas pero que no es mala idea como alternativa para estar más cómoda durante la celebración si has optado por una ceremonia clásica, sobria y tradicional.
Para la ceremonia, Meghan eligió un diseño de Waight Keller para Givenchy que ya pocos podrán sacarse de la memoria y que, sin duda, pasará a los anales de la historia. Se trataba de un vestido de novia espectacular aunque sencillo, de escote barco nada pronunciado y manga francesa. Una opción ideal para la primavera. Imita su apuesta y complétala con un velo sujetado por una diadema, ya que no es una opción para llevar con tocados o flores, sino que necesita un extra.
Después Meghan cambió su Givenchy por uno de Stella McCartney, de escote halter y al más puro estilo Hollywood, mucho más ligero y ya sin velo puesto que era para la celebración. En definitiva, una opción que bien podría repetirse en cualquier fiesta o evento.
La nieta de Grace Kelly también apostó por varios vestidos de boda. De hecho por tres, pero lo hizo en dos momentos diferentes, y es que celebró dos bodas con su actual marido Dimitri Rassam. Par la primera boda, eligió primero uno en honor a su abuela, corto con brocados y lazos y de tono grisáceo, de Yves Saint Laurent, que rompía completamente todas las normas en materia de vestidos de novia. Y es que ahora todo vale. Atrévete a seguir sus pasos y dar personalidad eligiendo el vestido con el que más te sientas tú misma. No importa que no sea blanco o largo, tú decides.
Después apostó por uno mucho más formal, de Chanel, con escote palabra de honor con abertura tanto en el escote, que imitaba una especie de lazo como en la falda. En esta ocasión prescindió de velo y dejó que todo el peso cayera sobre el recogido, el vestido y las joyas, porque la clave está en no recargar el look.
En su segunda boda eligió uno de estilo bohemio con pequeñas florecitas bordadas, que combinó con velo y un ramo de lavandas, poniendo en bandeja el look para las novias que deciden darse el “sí, quiero” en el campo. ¿Eres una de ellas? Ya sabes qué vestido elegir.
La prima del príncipe Guillermo y Harry apostó también por la sobriedad en su boda. También lució una cola larga y se decantó por la manga larga como Letizia, pero si por algo llamó su vestido fue por lo especial que era. Y no solo por la forma en la que se doblaba el escote, algo que da toda una lección de estilo nupcial: aunque apuestes por los clásicos, siempre aporta un toque de originalidad que distinga tu vestido.
Eugenia decidió que su vestido se abriera por la espalda mostrando la cicatriz de su operación de escoliosis, algo doloroso pero que forma parte de quien es. Así que, si algo tiene que incluir tu vestido, es tu esencia y tratar de contar quién eres.