Son muchos los titulares que se pueden sacar de la primera visita a Girona de Leonor. La heredera al trono, que ostenta el título de princesa de esta provincia catalana, viajaba este domingo hasta Figueres con motivo de la entrega de premios que lleva su nombre y que presidirá en la tarde de este lunes. Aunque estará acompañada por sus padres Felipe y Letizia en el que será su primer gran acto tras su año fuera de España, en el preludio a la ceremonia tan solo estuvo acompañada por su hermana Sofía.
Ambas, princesa e infanta, acudían al Teatro Museo Dalí para conocer los nuevos programas de la Fundación Princesa de Girona, muy enfocados en impulsar el talento juvenil. De ahí que tuviesen un encuentro con varios jóvenes, concretamente ocho, que fueron elegidos por su destacada labor en las distintas actividades dedicadas a potenciar la empleabilidad y el desarrollo.
La soltura con la que las hijas de los reyes de España ejercieron sus obligaciones dentro de la agenda 'royal' a pesar de su falta de experiencia (este es el segundo acto en el que las vemos sin la sombra de sus padres) es uno de los temas sobre los que más se está hablando en las horas posteriores a esta visita oficial. También de sus estilismos, un clásico.
Concretamente del estreno de Leonor, un vestido midi con estampado floral ceñido a la cintura estilo wrap anudado a la cintura y con estampado floral que encontrarás en Mango por 59,99 euros. O del estilismo de Sofía, un diseño de estilo boho chic con mangas abullonadas que firmaba Claudie Pierlot y que acompañó de un recogido con trenzas que es absoluta tendencia entre las niñas de su generación.
Sin embargo, si vamos más allá, hay un detalle de esta intensa primera jornada en Figueres que casi se nos pasa por alto. Y es que si nos fijamos en las manos de la princesa Leonor nos toparemos con unas llamativas heridas con las que la joven no contaba la última vez que fue fotografiada. Aparentemente se trata de unas profundas quemaduras que parece estar protegiendo con una crema (basta con ver el brillo de sus dedos) y que, por los apretones de manos que se dio con los asistentes al acto, parece que no le generan excesivo dolor.
¿Qué le habrá pasado en estos últimos días en los que, mientras los reyes de España ejercían de anfitriones absolutos de la cumbre de la OTAN en Madrid, tanto ella como la infanta desaparecieron de la agenda oficial?