Preocupación por el estado de salud de la reina Isabel II. El Palacio de Buckingham ha emitido un comunicado este jueves en el que anuncian que, "tras una nueva evaluación", los medicos de la reina está "preocupados" por su estado de salud. "Han recomendado que permanezca bajo supervisión médica", han explicado. El portavoz de la familia real británica ha añadido que la reina "sigue cómoda" y que se encuentra en el castillo de Balmoral, en Escocia.
Este 2022, la reina de Inglaterra, Isabel II, está celebrando sus 70 años en el trono. La monarca, que ascendió al poder cuando tenía 26 años, ha hecho de su reinado uno de los más longevos de la historia. En los últimos tiempos, la monarca se ha enfrentado a momentos especialmente complicados, como ha sido la muerte de su marido, a quien estaba muy unida. Felipe de Edimburgo fue velado y enterrado tal y cómo él mismo había indicado, porque antes de morir trazó cómo quería que fuese su funeral. Un plan que también tiene detallado a la perfección la reina Isabel II y que tiene por nombre 'Operación Puente de Londres'.
Esta operación es un plan que se desarrolló durante los años 60 y que involucra tanto a la Iglesia anglicana como a la Policía de Londres, a las Fuerzas Armadas Británicas, parques reales, medios de comunicación, la Autoridad del Gran Londres -es decir, el alcalde y la Asamblea de la ciudad- y, también, el transporte municipal. Pero, ¿porqué se eligió ese nombre para la operación?
Lo cierto es que es la tradición la que manda y cuando el rey Jorge VI falleció, los funcionarios del gobierno fueron informados con la frase ‘Hyde Park Corner’. Por su parte, la operación ‘Tay Bridge’ fue la que llevó a cabo los planes funerarios y la muerte de la reina madre, que fue ensayada durante 22 años. También, ‘Operation Forth Bridge’ hace referencia al funeral del príncipe Felipe de Edimburgo y, en un futuro, ‘Menai Bridge’ se utilizará para nombre al proyecto del príncipe Carlos.
Así, el plan que involucra a la reina Isabel está perfectamente trazado. El primero en enterarse de su fallecimiento será el secretario privado de la reina, Edward Young. Así, se tendrá que poner en contacto con el primer ministro, a quien le dirá ‘London Bridge is Down’. Por tanto, será en ese momento cuando el plan se ponga en marcha.
Será el Centro de Respuesta Global del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth el encargado de comunicar la noticia a los otros gobiernos de los otros quince países de los que la reina era jefa de estado, así como a los gobiernos de los demás países de la Mancomunidad de Naciones.
Respecto a los medios de comunicación, estos serán informados a través de la Associated Press y de la BBC. Además, por ejemplo, la BBC Two suspenderá toda su programación y unificará la programación con la BBC One. BBC News emitirá una serie de retratos de la reina y los presentadores tendrá que cambiar su ropa a una más sobria.
Tras la muerte de la reina, el heredero al trono se convertirá en ese momento en monarca. Y, durante su primera gira, realizará algunas paradas significativas como aquellas que le llevarán a Londres o Belfast. Por su parte, el Parlamento tendrá que celebrar una sesión extraordinaria en la que el Primer Ministro se dirigirá a la Cámara de los Comunes y, mientras tanto, se ondeará en todos lados la bandera a media asta.
Al día siguiente, el Consejo de Adhesión proclamará al nuevo rey en el Palacio de St. James. Además, el funeral de estado se celebraría en la Abadía de Westminster nueve días después de su muerte. El cuerpo sería enterrado en una tumba en la Cripta Real de la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde también se encuentra el príncipe Felipe.
Si la monarca británica falleciera en Balmoral (Escocia), se activaría la Operación Unicorn que llevará los restos mortales a Londres en tren. Si no se pudiera llevar a cabo el traslado por esta vía, se activaría la Operación Overstudy, que transportaría el féretro en avión. Cuando el cuerpo llegue a la capital de Inglaterra, se retomaría el plan inicial y será el Centro de Respuesta Global del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth el encargado de comunicar la noticia a los otros gobiernos de los otros quince países de los que la reina era jefa de estado, así como a los gobiernos de los demás países de la Mancomunidad de Naciones.