{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El funeral de la reina Isabel II ha sido una auténtica lección de protocolo tanto en lo que se refiere a las normas de seguridad como al orden de llegada de los más de 500 mandatarios que se han dado cita en la Abadía de Westminster, e incluso en lo que respecta al atuendo de los asistentes.
El riguroso luto exige no sólo que las mujeres vayan vestidas de negro, es obligatorio también cubrir la cabeza con un tocado negro que, en el caso de los miembros más cercanos y en cumplimiento de una tradición victoriana de gran peso emocional en la casa real británica, suele ir acompañado de un pequeño velo de red. Una deferencia hacia la reina Victoria que han seguido al pie de la letra Kate Middleton, Camila Parker y Sarah Ferguson y que, sin embargo, Meghan Markle no ha llevado a cabo, como puedes ver en el vídeo de su llegada.
Pero este es el funeral de la reina Isabel II tanto la reina consorte como las esposas de sus nietos han querido rendir un homenajeado a la soberana luciendo algunas de sus joyas. Juntas llegaban Camila Parker y Kate Middleton, junto a sus dos hijos mayores, la primera de luto riguroso y luciendo el broche del jubileo de diamantes de la reina Victoria, la segunda con pendientes y collar de perlas de cuatro vueltas y la tercera con unos pendientes de perlas, un regalo que le hizo la propia reina.
La reina consorte, que ha cumplido con el luto riguroso vestida con abrigo negro, las imprescindibles medias tupidas, casquete con velo de red, clutch y guantes, ha lucido un broche con forma de corazón que fue un regalo de los nietos de la reina Victoria, que lleva un número 60 en el interior -el número de años en un reinado que celebra el Jubileo de Diamante- y tres zafiros engastados .
Kate Middleton elegía un conjunto de vestido y abrigo negros similar al de Camila, que combinaba con una pamela negra con velo de luto y medias oscuras y también apostaba por dos joyas con mucho significado.
La primera, un collar que ya usaron antes que ella la propia reina Isabel II y Diana de Gales, que además fue el que lució la esposa del príncipe Guillermo en la celebración del 70 aniversario de bodas de Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, así como la que escogió el pasado año para el funeral del príncipe Felipe. Se trata de un collar tipo chocker con cuatro vueltas de perlas y un gran broche de diamantes.
La segunda, unos pendientes de perlas de Bahrein, que fueron un regalo para la reina por su boda en 1947, y los elegidos por la nueva princesa de Gales para el jubileo de Platino de la reina el pasado mes de junio.
Meghan Markle, que elegía un vestido capa de corte ajustado y largo midi, ha prescindido del velo de luto y ha optado por la máxima discreción en cuanto a las joyas apostando por unos pendientes de perlas y diamantes que la propia reina le regaló en 2018 con motivo de su boda con el príncipe Harry.