Harry & Meghan, la docuserie de los duques de Sussex dirigida por Liz Garbus, ya ha visto la luz en Netflix. Formada por seis capítulos, de los cuales se pueden visualizar tres hasta el próximo día 15, este esperado proyecto ha generado un verdadero revuelo en la monarquía británica y está dando mucho de qué hablar en medios y redes sociales, como era de esperar.
Más allá de cuestionar los valores y el funcionamiento de la institución, la audiencia también podrá conocer cómo se gestó la historia de amor de la que fuera actriz protagonista de la serie ‘Suits’ y el hijo más rebelde del rey Carlos V y la princesa Diana, así como la curiosa forma en la que iniciaron este romance real. Siempre se ha comentado que ambos se conocieron mediante un amigo en común que les “tendió una trampa”, pero la realidad es bien diferente, tal y como ha reconocido la pareja.
"Nos conocimos en Instagram. Estaba revisando mi 'feed' y un amigo tenía este vídeo de los dos, como un Snapchat... con orejas de perro", revelaba el príncipe ante el sonrojo de su esposa: “¡Oh, dios mío, orejas de perro! ¡Esa fue la primera imagen que tuvo de mí!”. Esa persona en común fue la encargada de transmitir a la intérprete que estaba deseando tener un primer encuentro con ella alguien de la monarquía británica.
“Publiqué nuestro vídeo de Snapchat en Instagram y el príncipe Haz, que me sigue, me llamó anoche muriendo por conocerte. Puede que tenga que organizaros una cita”, compartían en este documental el intercambio de mensajes que hubo entre este amigo y Meghan, que pidio ver su ‘feed’ en la citada plataforma tras preguntar quién era exactamente “el príncipe Haz” que estaba tan interesado en conocerla personalmente.
“Cuando la gente me pregunta si le busqué en Google, siempre digo que no. Pero esa era mi tarea, la verdad, no conocer lo que la gente decía de él, sino lo que él publicaba sobre sí mismo. Ese era mi mejor barómetro. Recorrí su cuenta y me encontré una hermosa fotografía de él en África. Aprendí sobre su compromiso con el medio ambiente y lo que hacía en el tiempo que pasaba allí”, desarrollaba Meghan, que estaba enfocada en su trayectoria: “Quería permanecer soltera. Tenía mi carrera, mi vida y mi camino bien marcado. Pero apareció Harry para alterar la trama”.
La primera cita tuvo lugar en el Soho House, en el centro de la capital de Reino Unido. El nieto más rebelde de la reina Isabel II no llegó a la hora acordada y su aspecto no fue el idóneo para la ocasión. Cuenta en este documental que los nervios se apoderaron de él: “Entre en pánico, me asusté. Empecé a sudar y terminé empapado”. Meghan, por otro lado, se molestó porque creía que las intenciones de su actual marido eran que ella le esperara: “No lo conocía, así que pensé: ‘¿Esto es lo que hace? Entiendo, pero esto no lo hago yo”.
Finalmente, pese a los contratiempos iniciales, Harry y Meghan disfrutaron de una “refrescantemente divertida” velada. Esa misma noche, tras disfrutar “como niños” de este fugaz encuentro, la actriz se puso en contacto con él para concertar un nuevo encuetro. El resto de la historia ya la conocemos. Dos años después, en mayo de 2018, la pareja se daba el ‘sí, quiero’ en Windsor, estrenándose en la paternidad poco después con Archie y completando la familia con Lilibet Diana en California, donde residen tras renunciar a sus títulos legales.