'Harry & Meghan', el documental que aborda la historia de amor de los duques de Sussex y su decisión de abandonar la Casa Real británica ya se ha estrenado en Netflix. En los primeros capítulos, dirigidos por Liz Garbus, la pareja narra en primera persona diversos momentos de su vida en común, pero también tratan episodios de su pasado, especialmente el príncipe Harry, que habla abiertamente acerca de las controvertidas portadas que protagonizó en su adolescencia y juventud.
Durante aquellos años, era habitual que el hijo pequeño de Lady Di y el rey Carlos III de Inglaterra acaparase todos los flashes de los paparazzi por sus salidas nocturnas, pero una imagen de aquellas noches de juerga por Londres se hizo especialmente viral y fue un escándalo para la familia real británica: en ella, se podía ver al joven Harry, que iba a cumplir 21 años, en una fiesta de disfraces llevando un uniforme militar y un brazalete rojo con la esvástica, uno de los símbolos nazis más reconocidos.
El hermano del príncipe Guillermo ha hecho autocrítica, asegurando que aquel fue uno de los mayores errores de su vida y que se sintió muy avergonzado después, y ha vuelto a pedir perdón públicamente, como ya hizo cuando salió a la luz esa fotografía en 2005. En aquel momento lanzó un comunicado en el que admitía su fallo: "Lamento mucho si sorprendí o hice sentir incómodo a alguien. Fue una mala elección de vestuario y me disculpo por eso".
Por entonces, el diario británico 'The Post' publicó que su padre, el actual monarca y en esos días heredero a la corona, le pidió que hiciera examen de conciencia por el error que había cometido al vestirse como un soldado del ejército de Adolf Hitler: así, le hizo ver obras que narraban lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, como 'La lista de Schindler', y le impuso un viaje a uno de los campos de concentración y extermino nazis, el de Auschwitz en Polonia, para que conociera el horror de lo que allí se vivió.
Ahora, el príncipe Harry ha revelado en su serie documental que también mantuvo una charla con un rabino de Londres y que se reunió con un superviviente del holocausto en Berlín, asegurando que esos dos encuentros causaron "un gran impacto" en él: "Podría haberlo ignorado y probablemente haber cometido los mismos errores una y otra vez en mi vida, pero aprendí de eso".