La Navidad es uno de los mejores momentos del año para vivir uno de los reencuentros más esperados; sentarse alrededor de la mesa con la familia. Y esto es algo que sucede en -casi- todas las casas. Así, nos es raro que nuestros royal quieran vivir esta jornada tan especial junto a todos sus seres queridos. Pero, ¿cómo celebran la Navidad en cada casa real?
Una de las familias reales que, probablemente, más va a echar en falta a alguien en su mesa estas fiestas es la británica. Isabel II nos dejó el pasado 8 de septiembre después de convertirse en una de las royals europeas más longevas. No sabemos qué es lo que ha planeado este año los Mountbatten y si seguirán la tradición que ya tenían junto a Isabel II.
Cuando todavía Felipe de Edimburgo estaba vivo, él y la reina se trasladaban hasta su casa de campo en Sandringham, donde recibían a sus hijos, nietos y bisnietos. Es ahí donde todos acuden al servicio religioso en la capilla de St. Mary. Este año no se sabe quién acudirá hasta una de las residencias favoritas de la reina ya fallecida. Así, todos los ojos estarán puestos en Meghan Markle y Harry después de la publicación de su documental donde no dejan en muy buen lugar a su familia. Ya hace dos años, cuando la familia se separó de la casa real, tanto Meghan como Harry y el pequeño Archie pasaron esta jornada tan especial en Canadá junto a la madre de la duquesa de Sussex.
Por su parte, en España, toda la familia real celebra, de forma privada, estas fiestas. Así, los reyes y sus dos hijas, se refugian en la Zarzuela, que se viste gala para esa ocasión tan especial. Sí que es cierto que, cuando reinaban Juan Carlos y Sofía, estas celebraciones eran más ostentosas y públicas. Algo que no han querido los reyes actuales. Durante los días libres de Navidad, la familia real suele disfrutar de algunas vacaciones en el extranjero, pero que viven con total privacidad.
En Mónaco, la familia real se divide en la época de Navidad. Así, la princesa Carolina suele viajar junto a sus hijos a la estación de esquí en Gstaad, en Suiza, donde disfrutan de uno de sus deportes favoritos. Por su parte, su hermano Alberto, su mujer y sus hijos, Jacques y Gabriella, se quedan en Mónaco. También, acuden a una ceremonia religiosa que se celebra en la capilla Palatine y, después, vuelven al palacio donde disfrutan de un impresionante y copioso banquete.
Las demás familias reales europeas deciden pasar sus vacaciones de Navidad en casa. La mayoría de ellas lo hacen de forma privada, pero también suelen compartir sus vivencias con el mundo. Así, la mayoría de ellos suelen abrir los regalos, celebrar un banquete frente a las cámaras de televisión, un discurso y, también, acudir a una misa.