Son muchas las personas que sueñan con una ‘boda real’. Pero eso sí, no siempre es fácil. En muchas ocasiones, las historias de príncipes que se enamoran de una princesa sin sangre azul se convierten en realidad y la historia de amor se complica. Y si no, que se lo digan a Carlos Felipe y Sofía de Suecia, quienes vivieron unos comienzos de relación más bien difíciles.
Carlos Felipe de Suecia vino al mundo en mayo de 1970, convirtiéndose en el segundo hijo de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia. Además, es el cuarto en la línea de sucesión al trono, por detrás de su hermana mayor, la princesa Victoria de Suecia, y sus dos sobrinos, la princesa Estela y el príncipe Óscar.
El joven estudió en una escuela privada en Connecticut para luego formarse en Diseño gráfico en Estocolmo. Más tarde, amplió su formación estudiando Economía de Empresas y Ciencias Agrónomas en la Universidad de Alnarp. También, realizó su respectivo servicio militar.
Fue en agosto de 2010, cuando un portavoz de la casa real sueca confirmó que el príncipe mantenía una relación con Sofía Hellqvist. Pero, ¿quién era ella? Lo cierto es que Sofía entró en la familia con todo en su contra debido a su ‘controvertido’ pasado, o al menos para ser parte de una familia real. Durante su época de juventud, la joven trabajó como modelo de ropa interior y, además, participó en un reality show, ‘Paradise Hotel’. En el mismo intentó encontrar pareja, aunque parece ser que para dar con el amor de su vida todavía tendría que esperar un tiempo.
Es por eso que no solamente la sociedad dudó de los propósitos de la futura princesa, también lo hizo la propia familia de Carlos Felipe. Y no solamente eso. Por aquel entonces, el hijo de Carlos Gustavo y Silvia salía con otra chica, Emma Pernald, a la que dejó por Sofía. Emma era una de las mejores amigas de la princesa Magdalena, su hermana.
Los comienzos no fueron nada fáciles. Al parecer ni el propio Carlos Felipe defendió la relación frente a su familia y mucho menos frente a la sociedad. Es por eso que Sofía decidió darle un ultimátum. Así, el junio de 2015 se convirtieron en marido y mujer. Desde ese momento, la joven se ganó su hueco en la familia real, convirtiéndose en parte fundamental de la familia Bernadotte.
Actualmente, la pareja reside en el Palacio de Drottningholm, donde residen los actuales monarcas, por motivos de seguridad. Junto a ellos viven sus hijos; Alejandro Eric Humberto Bertil, Gabriel Carlos Walther y Julián Herberto Folke. El último de ellos vino al mundo en marzo de 2021.
Sofía de Suecia ganó mucha notoriedad durante la pandemia, ya que estuvo en primera línea de combate contra el virus. Así, se convirtió en voluntaria en un hospital de Estocolmo con el único objetivo de aliviar la carga laboral de los médicos. Es por eso que, a pesar de sus difíciles comienzos, la joven se ha ganado el cariño de todos los suecos.
Sí que es verdad que la familia real sueca no es la que más influencia tiene en toda Europa, pero sus ciudadanos son muy monárquicos. Es por eso que Sofía no lo ha tenido nada fácil para ganarse su cariño, aunque lo ha conseguido en los últimos años. La joven siempre se ha dejado aconsejar por sus asesores de la casa real y ha cambiado tanto físicamente como de carácter.
Se comporta como una ‘princesa modelo’. En general, tiene un perfil bajo y, sobre todo, cercano. Así, podemos ver a la joven de visita a su ciudad natal o, incluso, ejerciendo de madre junto a sus hijos. Además, es una princesa que cuida mucho los detalles. Tanto es así que para el bautizo de su hijo Gabriel lució el traje típico de Dalarna, la zona donde nació y el ducado que el rey Carlos Gustavo le otorgó al pequeño al nacer. Así, dejó de lado la opción de llevar un vestido caro y exclusivo por apostar por la tradición.