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La inesperada visita de los reyes Felipe VI y Letizia junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofia, a la representación de la Pasión Viviente que tuvo lugar el pasado Sábado Santo en Chinchón (Madrid) ha sido una verdadera sorpresa. Lejos de sus ocupaciones y de la agenda real decidieron acudir al evento de forma privada, para disfrutar del acto religioso en familia y aprovechar los últimos momentos juntos antes de que Leonor regrese a Gales a finalizar el curso.
Tanto su majestad el rey, como sus hijas y la reina, han estado muy atentos al espectáculo religioso que se ha desarrollado en la Plaza da Mayor de la localidad madrileña y en las calles aledaña. Tanto es así, que hasta el propio monarca ha querido inmortalizar el momento con su teléfono móvil. Algo que le ha llevado a protagonizar una divertida anécdota junto a la princesa. Haciendo uso de su buen hacer con las tecnologías y demostrando la tierna relación que mantiene con su padre, entre risas y bromas, Leonor ha prestado su ayudar al monarca para encuadrar a la perfección la tan esperada fotografía.
El pasado jueves, la princesa de Asturias aterrizaba en España para disfrutar por unos días de las vacaciones de Semana Santa junto a su familia. Tras una primera temporada en el internado de Gales, Leonor permanecerá en nuestro país hasta que el próximo 17 de abril, cuando regresará al Atlantic College de Gales para finalizar el último curso de su bachillerato internacional. La próxima vez que la princesa regrese a España, será con el título en sus manos y preparada para disfrutar del verano antes de poner rumbo a Zaragoza, donde comenzará su formación militar mientras que su hermana Sofía sigue sus pasos en Reino Unido.
La continua sonrisa de la heredera al trono dejaba ver lo feliz que estaba por regresar junto a su familia, y de la mano de su hermana, ambas han protagonizado una de las escenas más comentadas de esta sorprendente visita. Cómplices y dando muestra de la buena relación que comparten, las hijas del rey han recorrido las diferentes paradas de este peculiar Vía Crucis sonrientes y emocionadas.
Algo que, además, nos ha permitido observar un nuevo cambio en el aspecto de Leonor. La princesa, quien siempre ha destacado por su carácter alegre, su simpatía y su cercanía, lucía un nuevo aparato dental que le permitirá continuar con el tratamiento que comenzó hace tiempo. En este caso, unos brackets transparentes y lo más discretos posibles permitirán corregir el defecto bucal de la heredera. Desde su última aparición pública en los Premios Príncipe de Asturias, los apliques de la parte superior de su dentadura han aumentado, lo que permitirá corregir cualquier defecto rápida y discretamente.
Sin embargo, su dentadura no ha sido lo único en lo que se han centrado las miradas. La hija de Felipe y Letizia, llegó a Chinchón luciendo una pequeña y extraña herida en su parpado izquierdo. Nada preocupante al parecer, pues la Casa Real no ha dado mayores explicaciones de esta pequeña herida, que se aprecia mejor al cerrar el ojo y que parece un leve arañazo o una pequeña quemadura en la zona central del parpado.