Viendo lo felices que son ahora Carlos Felipe y Sofía de Suecia (y sus tres hijos), parece fácil olvidar que no tuvieron unos comienzos sencillos. Ahora la princesa Sofía parece contar con el apoyo de todo el mundo, pero esto no siempre fue así. En el año 2010 se confirmaba la relación y parecía que Sofía lo tenía todo en su contra, sobre todo por su pasado, nada adecuado para los estándares de una Casa Real.
En el pasado, la joven había trabajado como modelo de ropa interior y también había sido concursante en un reality show al que acudió para buscar pareja, lo que no jugaba demasiado a su favor. La familia real no estaba muy convencida con esta relación, pero ellos parecían tenerlo claro, porque en 2014 anunciaban su compromiso en los jardines del palacio de Drottingholm.
Desde entonces, Sofía ha puesto toda la carne en el asador para demostrar que merece el lugar que ocupa, en el corazón de su marido y también en su familia. Con el tiempo, la pareja se ha ido convirtiendo en una de las más queridas, gracias a su papel en la corona, pero también a la figura de la propia Sofía, como durante la pandemia, cuando no dudó en acudir como voluntaria en un hospital de Estocolmo.
El día de la boda no faltó nadie, ni los representantes de las casas reales europeas, ni los ciudadanos suecos, que salieron a la calle para poder presenciar este momento histórico. Los festejos habían comenzado la noche anterior, con una cena privada ofrecida por los novios en la isla de Skeppsholmen. La boda tuvo lugar en la capilla real del palacio de Estocolmo, decorada por los floristas de la corte.
Él vistió el uniforme militar y ella un vestido de encaje firmado por la diseñadora sueca Ida Sjöstedt. Elaborado en seda, en tres tonos de blanco, con escote en pico y manga larga y una larga cola con encaje de alta costura. Lo llevó con el cabello recogido, un largo velo de tul y una tiara de diamantes y esmeraldas regalo de sus suegros. Lució, como es tradición en las novias de la realeza sueca, un ramo con mirto, de los terrenos del castillo, y rosas.
Fue una boda tradicional, pero eso no impidió que los novios pusieran su sello personal, sumando detalles más modernos, como la elección de versiones de canciones de Rihanna o Coldplay durante la ceremonia, o la música del Dj Avicii -fallecido en 2018-, que actuó en el banquete.
Fue un día especial para ambos y, cinco años después, no dudaban en compartir algunas fotografías del enlace en sus redes sociales, así como un significativo mensaje: “A veces las personas toman decisiones importantes; una elección que determina el futuro de uno y que trata de quién es y, sobre todo, de quién quiere ser. A menudo se necesita coraje. Valor para no elegir el camino fácil solo porque es fácil, coraje para permanecer en el camino difícil porque es el correcto".