La Feria de Abril de Sevilla tiene un lugar destacado en el corazón de Máxima de Holanda y del rey Guillermo, porque fue precisamente allí donde se conocieron en 1999. Un encuentro que cambiaría sus vidas para siempre, aunque ellos en ese momento no pudieran saberlo.
Fue su amiga Cynthia Kauffman quien invitó a Máxima a unirse a la fiesta, porque quería presentarle a un joven al que había conocido en la maratón de Boston. Máxima no quedó muy convencida, pero acudió al encuentro. Ella consiguió conquistarle desde el principio, gracias a su desparpajo y alegría, a ella le costó un poco más, pero finalmente Guillermo consiguió enamorarla.
Comenzaba una relación que culminaría en boda en 2002, un enlace de cuento de hadas, con una novia que consiguió ganarse la aprobación del pueblo holandés, pero no tanto del Parlamento, que decidió que su padre no podía asistir a la boda. El motivo es que Jorge Zorreguieta fue secretario de Agricultura durante la dictadura de Videla.
Tampoco parecía contar con la aprobación de su futura suegra, la reina Beatriz, en un primer momento, pero pronto cambió de opinión. Máxima trabajó duro para ganarse el afecto de todos ellos y lo consiguió.
Fue una boda seguida por el mundo entero, Guillermo Alejandro, heredero al trono, se casaba con Máxima, una joven argentina que había estado hasta el momento trabajando como economista en Nueva York.
Máxima nacía en Buenos Aires, en 1971, y se criaba en una familia de clase alta. Creció en un apartamento de 120 metros cuadrados en el barrio de Recoleta. De los cuatro hijos que Jorge Zorreguieta tuvo con María del Carmen Cerruti, su segunda esposa, Máxima es la mayor.
Fue una niña feliz, aficionada al esquí y a la serie La casa de la pradera, a quien le gustaba cocinar y amaba la repostería, pero también una niña a la que su madre puso a dieta en más de una ocasión para que bajara de peso.
Estudió en un colegio bilingüe y después cursó Economía en la Universidad Católica Argentina, estudios que compaginó con su trabajo dando clases de inglés y matemáticas a niños y adultos. Complementó sus estudios con un trabajo de investigación en materia de software para el mercado financiero en la empresa Mercado Abierto S.A.
En 1996 se trasladó a Nueva York, como vicepresidenta de Ventas Institucionales de HSBC James Capel Inc. puesto que ejerció durante varios años. En 1999 tenía ese mismo puesto, pero en las oficinas de Deutsche Bank, primero en Nueva York y después en Bruselas, donde permaneció mientras aprendía neerlandés hasta el anuncio de su compromiso con el príncipe de Orange.
Durante este anuncio, dijo en un estupendo neerlandés que lamentaba que su padre hubiera trabajado “con tanto ahínco para un Gobierno equivocado”, estas palabras y sus lágrimas cuando sonó el tango preferido de su padre en su boda fueron clave para que se ganara por completo el apoyo del pueblo. Un cariño que, a pesar de los momentos complicados, el matrimonio ha sabido mantener.