Fue la Feria de Abril de Sevilla quien se convirtió en testigo del flechazo entre Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo de Holanda. Ella, argentina, provenía una familia con posibles y trabaja en la ciudad de Nueva York. Mientras tanto, él esperaba a ser coronado como rey de los Países Bajos. Desde un primer momento, los holandeses se interesaron por la nueva conquista de Guillermo, a quien tenían especial cariño.
Máxima había vivido una vida acomodada, había estudiado una buena carrera y había vivido en una de las ciudades más caras y exclusivas del mundo. Cuando dieron el paso, su noviazgo se convirtió en asunto de Estado y la pedida de mano llegó dos años más tarde, en el 2001. Más tarde, Máxima se convirtió en ciudadana neerlandesa y las dos cámaras del parlamento neerlandés aprobaron un proyecto de ley para consentir el matrimonio. Máxima se convertía en aire fresco para la corona de Holanda y, también, para sus ciudadanos.
Desde un primer momento, llamó la atención su elegante forma de vestir. Puede ser que estuviera influenciada por ese estilo de ‘business woman’ de la ciudad de Nueva York, donde combinaba un estilo más sobrio con piezas exclusivas. Para el día de su boda, Máxima se decantó por un sencillo vestido firmado por Valentino. El vestido era una pieza atemporal de cuello chimenea y manga francesa, entallado en la zona de la cintura y con dos tiras de encaje a ambos lados de la falda. Coronó el look con una tiara que le había prestado la reina Beatriz, con la que siempre ha mantenido una buenísima relación.
A partir de ese momento, sus looks fueron observados con lupa. Por eso, a todos sorprendió cuando se decantó por una de sus combinaciones más atrevidas, en las que conjuntaba un dos piezas en color pistacho y berenjena. El evento elegido fue la cena previa a la boda de Marta Luisa de Noruega y Ari Behn. Otro de sus looks que más impactó fue el que eligió para el funeral de la reina Juliana. Para ese complicado momento, Máxima se decantó, también, por un dos piezas con cuello gorguera.
El color rojo siempre ha sido su color fetiche. Por eso, para una de las bodas que tuvo en 2005, se vistió con un look de vestido y trench y pamela en rojo y fucsia. Eso sí, cuando hay que ponerse elegante tampoco falla. Así, para una visita a Bélgica en 2005, la reina se decantó por un vestido blanco, de estilo princesa, con el cuerpo de lentejuelas plateadas. Otro de sus estilismos más elegantes fue un vestido rosa empolvado con incrustaciones de perlas y lentejuelas dibujando pequeñas flores que eligió en uno de sus actos institucionales.
Para otro de sus outfits más aplaudidos, Máxima se inspiró en Jackie Kennedy y se decantó por un dos piezas blanco y negro con tocado y guantes de piel negra. Y es que, no solamente el color rojo es su fetiche, a la reina también le gustan mucho los tocados, con el elegido en la boda del príncipe Guillermo de Luxemburgo tuvo un éxito total.
No podemos dejar de mencionar el look que escogió para su coronación. El día en el que se estrenó como reina, Máxima eligió un vestido azul Klein firmado por Jan Taminiau, uno de sus modistas de cabecera, e incluyó una tiara con diamantes y zafiros. Un outfit que dejó a todos sin palabras debido a su elegancia.
En la boda de su hermano Juan acertó totalmente. Para el enlace, la reina eligió un impresionante vestido de escote corazón con una capa malva a juego. Y no solamente triunfó en la boda de su hermano, sino que también fue el foco de atención en el enlace entre Sofía Hellqvist y Carlos Gustavo de Suecia. Para la ceremonia, Máxima se decantó por un vestido de silueta ceñida con escote Bardot.
También, fue todo un acierto el look que eligió cuando coincidió con Kate Middleton. No era nada fácil competir con la duquesa de Cambridge, pero la Argentina pasó la prueba de éxito. Para ello, eligió un vestido-capa en color nude y con un cinturón ancho. Unos años más tarde, se decantó por un impresionante vestido verde con transparencias en su visita a Irlanda en el 2019.
La reina también suele acertar en sus looks más informales, como puede ser un paseo junto a su marido y sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariadna. Así, el estilo vaquero no suele faltar nunca en su día a día, ni tampoco el tie dye.