Tras la muerte de su padre, el príncipe Eduardo pasó a ser el duque de Edimburgo, un cambio que la afecto a él, pero también al resto de la familia. Fue decisión de su hermano Carlos, actual Rey de Inglaterra, quien determinó esto seis meses después de comenzar oficialmente su reinado cumpliendo los deseos de su padre.
Así, el conde de Wessex pasó a ser el actual duque de Edimburgo, cargó que, en principio, ostentará hasta su muerte. Desde que su Eduardo recibió este título, es su hijo, James Mountbatten-Windsor, quien se ha convertido en conde de Wessex.
James, quien antes era el príncipe James de Wessex y ahora de Edimburgo, es un joven que siempre ha llevado una vida bastante discreta y que el 17 de diciembre cumple 16 años.
Solo tenía 13 años cuando su abuelo moría, una fecha señalada para los británicos, pero sobre todo un momento de tristeza para la familia, que no dudaba en reunirse para despedirse del hombre que acompañó a la Reina durante la mayor parte de su vida. En el funeral se destacó la presencia de un joven James, el más joven de sus nietos y el único niño presente. También acudió su hermana, Lady Louise, pero ella tenía 17 años.
En ese momento era vizconde de Severn y ocupaba el puesto número 13 en la línea de sucesión al trono británico (ahora el 15), uno por delante que su hermana mayor, quien además no tiene título nobiliario, algo que no se suele otorgar a las mujeres salvo casos excepcionales. Tanto su hermana como él nacieron antes de que Isabel II derogara la ley sálica, por eso él está un puesto por delante en la línea de sucesión.
El nombre completo del conde de Wessex es James Alexander Philip Theo y cuando nació su padre le describió, según la BBC, como “muy mono y muy mimoso”, algo que seguramente ahora mismo y con 16 años, le sonrojaría.
Si de su hermana se señalaba que podía ser la nieta preferida de su abuelo, de él se dice que era uno de los preferidos de la monarca y se espera que de un paso al frente conforme se haga más mayor. En 2015 participó en su primer viaje oficial, junto a su hermana y sus padres, porque a pesar de no tener un título hereditario (una vez que fallezca su padre, el título de duque de Edimburgo regresa a la corona y se entregará a un miembro de la familia cercano al monarca), sí que tiene un papel dentro de la corona.
“Tratamos de criarlos entendiendo que es muy probable que tengan que trabajar para ganarse la vida”, dijo Sophie de Edimburgo sobre cómo habían querido criar a Louise y James en The Times. “Por eso tomamos la decisión de no utilizar títulos de Su Alteza Real. Los tienen y pueden decidir usarlos a partir de los 18 años, pero es muy poco probable”.
Su juventud no ha sido impedimento para meterse en algunos líos, él era el joven al que pillaron conduciendo el Land Rover de su padre por los jardines de Windsor cuando solo tenía 11 años.