Zara Tindall es hija de la princesa Ana, hija de Isabel II y por quien su madre siempre sintió un especial cariño, el mismo que parece tener el actual rey, Carlos III, quien no ha dudado en apoyarse en su hermana siempre que lo ha necesitado. La princesa Ana es uno de los miembros más queridos por parte de los británicos y parece que su hija disfruta también de ese privilegio.
Ella no tiene título o tratamiento real, así lo decidieron sus padres, pero tampoco le ha hecho falta. Su vida siempre ha estado muy vinculada al deporte, concretamente a la hípica, incluso ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos celebrados en Londres en 2012. Zara siempre ha destacado por hacer lo que ha querido, lo ha hecho en su vida profesional y también en la personal al unirse a Mike Tindall.
Él es un exjugador de rugby (ahora, estaba en activo cuando se conocieron, enamoraron y casaron) que no es ajeno a la polémica y que incluso ha llegado a participar en un reality show. Cercano, espontáneo y sin demasiados pelos en la lengua, esto ha hecho que los británicos tengan gran cariño al matrimonio, pero no le ha mantenido alejado de ciertos escándalos.
Mike y Zara se conocieron durante la Copa del Mundo de Rugby de Australia de 2003 gracias al príncipe Harry, que fue quien les presentó cuando Mike fue sentado en el banquillo y decidió que lo mejor era ahogar sus penas con una cerveza. Nunca ha ocultado su afición por el alcohol, incluso apuntó que en su primera cita con Zara se dieron cuenta de que era algo que ambos tenían en común. También que les gustaban los abrazos.
Una afición, la del alcohol, que le ha costado bastante cara, pues ha sido pillado en dos ocasiones conduciendo bajo los efectos del alcohol, incluso le llegaron a retirar el carnet de conducir durante tres años a causa de estos excesos.
La pareja se casaba en julio de 2011, tras siete años de relación, pero el comienzo de su matrimonio no fue tan idílico como se podía pensar, porque Mike era captado por la prensa tonteando con una joven durante un campeonato de rugby celebrado en Nueva Zelanda. La pareja quiso pasar página y se dejaron ver cómplices y de la mano poco después.
Episodios que seguramente no recuerda con demasiado cariño y de los que no habló durante su paso por el reality I'm a Celebrity… Get Me Out of Here!. Confesó que se había decidido a participar porque su mujer le había animado y (casi) el único consejo que le había dado es que fuera él mismo. “Dijo que disfrutara, que eso era lo más importante. Su mayor preocupación era que mostrara lo ruidoso que soy cuando como”, reveló con gran sentido del humor.
Lo cierto es que era muy esperado el paso de Mike por el concurso, en el que casi llegó a la final, para ver si compartía detalles sobre la familia real, algo que hizo muy sucintamente, sin llegar a revelar nada importante. Parece que su etapa más escandalosa quedó en el pasado.