A lo largo de los años, muchos han sido los lugares en los que han vivido el príncipe Harry y Meghan Markle, tanto juntos como por separado. Por ejemplo, antes de dejarlo todo para ser la duquesa de Sussex, Meghan pasaba gran parte de su tiempo en Canadá, donde se grababa la serie Suits, uno de sus mayores éxitos como actriz.
Al principio de su relación, la pareja vivió un tiempo en Nottingham Cottage, situada en el palacio de Kensington. Este había sido el ‘piso de soltero’ de Harry desde que cumplió 31 años. Tras su boda y cuando esperaban que naciera su primer hijo, la pareja se mudó a Frogmore Cottage, en Windsor.
Con su salida de la familia real y su mudanza a Estados Unidos, también perdieron el que consideraban su hogar, pues ahora Frogmore Cottage es el lugar al que se ha mudado Eugenia de York con su familia.
Ahora todo apunta a que la pareja quiere mudarse de nuevo y estarían planteando la opción de que su destino sea Malibú, otra de las zonas más exclusivas de Los Ángeles. Hasta el momento han estado viviendo en Montecito (Santa Bárbara), pero parece que querrían vender su casa, donde han vivido todo este tiempo y ampliado la familia, para comenzar una nueva etapa.
En Montecito viven rodeados de vecinos ilustres, como Gwyneth Paltrow, Ariana Grande, Oprah Winfrey, Rob Lowe o Ellen DeGeneres, porque es la zona de la costa oeste que los más ricos del lugar escogen para vivir. Se trata de una zona residencial, llena de viviendas de diferentes estilos arquitectónicos, desde casas coloniales a viviendas típicas americanas, pasando por ciertos cottage ingleses. En este rincón, los millonarios buscan disfrutar de un estilo de vida ‘sencillo’.
Aquí fue donde Harry y Meghan grabaron parte de su controvertido documental para Netflix y donde han pasado los últimos años, pero parece que están dispuestos a pasar página. Según The Times, esta casa les costó unos 14 millones de dólares y ese sería el precio por el que querrían venderla.
Se trata de una casa en la que la privacidad es la gran protagonista, pues esto era de vital importancia para la pareja, pero también cuenta con estupendos jardines donde pueden jugar Archie y Lilibet. Esto les permite también disfrutar de la naturaleza y el campo sin salir de casa, con algunos animales que tienen espacio suficiente para crecer felices. De hecho, la pareja tiene hasta un gallinero.
Es una mansión de estilo mediterráneo del que la pareja quedó enamorada, sobre todo gracias a sus zonas exteriores. Cuando la compraron buscaban un rincón en el que recuperar la paz, en el que encontrar la calma y la felicidad, y parece que en este hogar de 16 habitaciones lo han conseguido.
Cuenta con bodega, sauna y un garaje con espacio para cinco coches, también tiene un despacho, que la pareja comparte, así como sala de juegos y gimnasio. El espacio exterior tampoco escatima en nada y cuenta con una bonita piscina, pista de tenis y zona de barbacoa, donde pueden invitar a sus amigos a disfrutar del sol californiano.
Si bien en las imágenes que se han hecho públicas de la casa se puede ver cómo está decorada con un estilo acogedor, pero clásico y de carácter atemporal, desde que se mudaron en 2020, la pareja ha hecho ciertas reformas, por lo que podría haber grandes cambios, sobre todo en las habitaciones que más usan ellos, porque, además del edificio principal, tiene también una casa de invitados con dos habitaciones.