La monarquía británica ha vuelto a experimentar en las últimas horas un nuevo terremoto. Todo a raíz de que algunos medios de comunicación internacionales hayan comenzado a hablar de un presunto empeoramiento en la salud del rey Carlos III, que anunció el pasado mes de febrero que padece un cáncer, sin especificar de qué tipo o qué órgano se veía afectado. La prensa habla de "deterioro progresivo", y se apunta incluso que la posibilidad de funeral es "inminente", señalando que en la casa real británica se organizan los preparativos del mismo. ¿Qué hay de cierto en este último punto? ¿Desde cuándo y por qué se prepara el funeral del monarca inglés?
Las mencionadas informaciones, que recogen 'The New York Post' o 'Page Six', han recibido un importante eco en las últimas horas. El estado de Carlos III lleva siendo objeto de preocupación desde el anuncio de su enfermedad, hace ya casi tres meses, y diagnosticada a raíz de una intervención para el agrandamiento de próstata. El tratamiento que recibe ha mermado su agenda pública, teniendo que ser sustituido por su esposa, la reina Camila, o su primogénito, el príncipe Guillermo, aunque sí se le ha visto en algún acto sigue atendiendo asuntos de todo tipo de forma privada.
El supuesto deterioro de su salud, sobre la que no se han vuelto a dar detalles de forma oficial por parte del palacio de Buckingham, choca además con lo comentado por su entorno y por lo publicado recientemente por otros medios de comunicación como Vanity Fair, que en estos últimos días, y tras contactar con fuentes próximas la familia real británica, confirmaba que el rey se está "recuperando bien" de su tratamiento y que tiene ganas de retomar su agenda, marcando el desfile de Trooping the Colour el próximo 15 de junio como posible reincorporación a la vida pública.
Las informaciones con respecto a la preparación del funeral son también confusas. Se asegura que la monarquía estaría actualizando "activamente" los planes previstos ante las últimas presuntas novedades de su cáncer, enfermedad que también padece su nuera, Kate Middleton. Pero lo cierto es que la conocida como 'Operación Puente de Menai', nombre en clave (tomado de un puente galés) del protocolo de actuación que habría que desplegarse en caso de una eventual muerte del rey Carlos, lleva mucho tiempo siendo preparada y actualizada.
Se trata de un documento de más de cien páginas que estipula, de forma detallada, qué pasos habrían de seguirse en el supuesto de que sucediese su fallecimiento, incluyendo el anuncio de su muerte, el período de duelo oficial y los detalles de su funeral de estado. No es una planificación extraña a la monarquía británica: su madre, la reina Isabel II tenía su propio plan, la 'Operación Puente de Londres', y otros miembros del clan, como su marido, el duque de Edimburgo, han tenido previsiones parecidas (en el caso de Diana de Gales, por ejemplo, se improvisó la 'Operación Puente de Tay', pensada para la reina madre Isabel).
Este tipo de planificaciones cuentan con la total implicación del miembro de la familia real en cuestión, que decide con respecto a sus preferencias personales, aunque se incluye también la participación de varias instituciones gubernamentales o la iglesia anglicana. En concreto, la 'Operación Puente de Menai' fue creada hace ya años (la de Isabel II se empezó a organizar cuando tenía cuarenta años), y tuvo que actualizarse de forma profunda una vez que, en el año 2022, Carlos III ascendió al trono tras la muerte de su madre. Las novedades sobre la salud, el paso de los años o los cambios en la familia real suelen ser motivos, según la prensa británica, que provocan que estas previsiones tengan que modificarse de forma habitual.