Fue en 1944 cuando Francisco Franco decidió que los españoles necesitaban un documento que los identificase. Hasta ese momento se expedían cartas de seguridad, cédulas de identidad y pasaportes interiores a los que se puede considerar los antecesores del conocido como carné de identidad. Fue dos años más tarde, en 1946, cuando el que fue caudillo de España convocó un concurso público en el BOE animando a sus ciudadanos a presentar sus bocetos a cambio de un premio de 30.000 pesetas.
El ganador fue Aquilino Rieusset Planchón, cuyo modelo se expidió por primera vez en Valencia el 20 de marzo de 1951. Ese primer modelo de DNI era de color verde e incluía datos como empleo, profesión o cargo y se distinguían cuatro categorías dependiendo de la situación económica del titular. Estuvo vigente diez años y a partir de 1962 se han ido haciendo diferentes modelos de DNI que han incluido distintos datos hasta llegar al que utilizamos en la actualidad.
En ese entonces, a raíz de la creación del DNI, Franco se adjudicó a sí mismo el número 1. A su mujer, Carmen polo, le otorgó el 2 y a su hija, Carmen Franco, el 3. Él mismo decidió reservar los número del 10 al 99 a la familia Borbón. Es por eso que el rey Juan Carlos se quedó con el número 10, la reina Sofía con el 11, la infanta Elena con el 12 y la infanta Cristina con el 14. Por superstición el número 13 se eliminó de la lista y nadie lo ha llevado hasta ahora. El rey Felipe VI lleva el número 15 y sus hijas, Leonor y Sofía, el 16 y el 17 respectivamente.
Letizia, que no pertenecía a la familia real antes de comenzar su relación con Felipe VI, tenía un DNI con número aleatorio, igual que el resto de los españoles. Sin embargo, cuando se casó con el actual rey tuvo la posibilidad de quedarse con uno de los números que Franco dejó reservados para los miembros de la casa real. Pero tal y como ha trascendido en más de una ocasión, la reina Letizia se saltó esa imposición y decidió quedarse con el DNI que tenía desde su nacimiento, algo que le ha ligado siempre a sus orígenes plebeyos.
El número reservado de su Documento de Identidad no es lo único que a los miembros de la familia real les diferencia del resto de la población. Además de las obligaciones que van más allá de su papel institucional, los miembros de la familia real tienen impunidad frente a las leyes durante su reinados, así como la libre disposición de todos los palacios en territorio nacional, entre otras muchas cosas.
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