La familia real holandesa ha estado de actualidad en España durante las últimas semanas. El viaje de Estado de los reyes Felipe VI y Letizia a los Países Bajos hace tres semanas supuso el reencuentro de ambas monarquías. Durante los días que los monarcas españoles permanecieron en el estado del noroeste europeo, se analizó con la lupa cada uno de los actos protagonizados junto al rey Guillermo Alejandro I y la reina Máxima. El viaje dejó, además de duelos de moda y un buen puñado de actos oficiales, la imagen de Letizia sentada durante un besamanos. Protagonista del mismo fue también la heredera al trono neerlandés, la princesa Amalia de Holanda, que ha copado titulares en las últimas horas al conocerse que empezará a usar la asignación prevista para sus gastos.

La primogénita de la pareja real holandesa cumplió veinte años el pasado mes de diciembre. Y lo cierto es que ha atravesado una temporada difícil: como también ocurrió al primer ministro del país, se convirtió en objetivo del crimen organizado durante su etapa universitaria. Una situación problemática que provocó que la familia real tomase una decisión: las amenazas condicionaron sus inicios de carrera en Ámsterdam, llevándola finalmente a Madrid, en el año 2023, para que pudiese continuar sus estudios con una mayor libertad de movimiento. Recientemente, su padre agradecía a Felipe VI la ayuda prestada a su hija durante dicha estancia en España.

Amalia ha vuelto ahora a su país natal, donde ha comenzado a tener un rol institucional mayor (asistiendo, por ejemplo, a la primera cena de gala en la visita de Felipe y Letizia). Y lo ha hecho con la vista en el futuro: en las últimas horas ha trascendido que comenzará a dar uso a la asignación para gastos que le corresponde legalmente desde que cumpliese la mayoría de edad, y que no había utilizado hasta ahora. El montante se eleva hasta el millón y medio de euros anuales. La princesa había decidido, al cumplir los dieciocho, no utilizar dicha cantidad de dinero ya que se sentía "incómoda" al tener "tan poco que ofrecer a cambio" de momento, destacando el mal momento que atravesaban muchos estudiantes.

El paso del tiempo y unas circunstancias "sorprendentes" (en lo que se ha venido entendiendo como una mención a las amenazas recibidas y el impacto en su vida) son las razones por las que la mayor de las tres hijas de Guillermo y Máxima ha cambiado de opinión. Amalia espera contar con ese dinero a partir de enero de 2025, y poder cumplir con su cometido institucional "de forma independiente y autónoma".

La previsión incluye, según el documento que ha trasladado al primer ministro holandés, Mark Rutte, una secretaría, reservas suficientes para disponer de un lugar en el que vivir y trabajar (aunque podría utilizar alguna residencia real, ha preferido "hacerlo por su cuenta"), así como los gastos derivados de su labor de representación por su posición como heredera.