Desde que Felipe y Letizia tomaron el relevo y se convirtieron en los Reyes de España, doña Sofía ha visto cómo su agenda se reducía y se centraba en esas labores en las que siempre ha puesto el corazón, pudiendo así dedicarles más tiempo, tanto a esta labor, como a su vida familiar. La Reina Sofía ha estado muy centrada en su familia, sobre todo en sus hermanos, con quienes intenta pasar todo el tiempo que puede. En enero de 2023 tuvo que despedirse de su hermano Constantino y la salud de su hermana Irene tampoco es como en el pasado, por lo que atesora los momentos con ella al máximo.
Según se ha publicado en diferentes medios de comunicación, a pesar de que la reina Sofía tenga en la Zarzuela su base, no pasa todo su tiempo en España. Su residencia fija está en el palacio, donde vive junto a su hermana, pero siempre que puede se escapa junto a ella, y no es raro que pase parte de su tiempo en Ginebra o en Atenas.
Durante mucho tiempo, Londres fue para ella casi como un segundo hogar, porque era donde podía disfrutar de los momentos que pasaba junto a su hermano, pero esa es una etapa de su vida que cambió para siempre tras la muerte de Constantino.
Más allá de viajes y escapadas, el palacio de la Zarzuela es donde ella se quedó a vivir tras la marcha de don Juan Carlos a Abu Dabi, allí ella cuenta con su propio espacio porque, a pesar de que también es el hogar de los actuales monarcas, cuenta con el espacio suficiente para que cada cual pueda disfrutar de su intimidad. El palacio ha sido el hogar de la reina Sofía desde que se instaló allí con su familia por primera vez, de hecho el rey Felipe vive con su mujer e hijas en el Pabellón del Príncipe, un chalet castellano que fue construido hace años, cuando todavía era un hombre soltero.
Aunque a lo largo del tiempo se han podido ver algunos detalles del edificio, lo cierto es que desde Casa Real han sido pocas las imágenes que mostraban el interior de palacio, más allá de las salas reservadas para encuentros con mandatarios y personalidades. No obstante, sí que algunas pinceladas del hogar real han salido a la luz, como la gran cantidad de retratos y fotografías familiares que emplean para decorar las estancias, teniendo así siempre presentes a sus familiares.
Todavía menos detalles hay de las estancias privadas, donde doña Sofía pasa su tiempo cuando se encuentra allí. Hay un gran salón dividido en espacios gracias a asientos agrupados, para que la gente pueda sentarse cómodamente a charlar, con sofás, sillas y butacas a juego, de estampado floral, tal y como recogen en la revista Vanity Fair.
También mencionan como esta habitación conecta con otra estancia, decorada con tapices y lámparas de inspiración vegetal, dando lugar después a un comedor, que sigue las mismas normas estéticas del resto de las estancias, compartiendo diseño, estética y opulencia gracias a espejos, candelabros y piezas de cerámica.