La parte de la prensa que sigue habitualmente la información de la casa real suele decir que la española es una de las monarquías más herméticas de Europa. Esta fue una de las prioridades que puso sobre la mesa el rey Felipe VI cuando ascendió al trono en el año 2014. Y pese a que es cierto que en este tiempo se ha ganado en transparencia, por ejemplo, en lo relativo a las cuentas y finanzas de la familia, sigue siendo una institución bastante impenetrable. Aunque de vez en cuando salen a la luz detalles que permiten arrojar algo de luz sobre cómo es el día a día en el Palacio de la Zarzuela. Recientemente hemos podido saber cómo se toman las decisiones.
Ha habido decisiones importantes en la década que llevan siendo reyes Felipe y Letizia. Sí ha habido un cierto aperturismo, aunque apenas imperceptible para el gran público, que se ejemplificó hace unos días, cuando, con motivo del vigésimo aniversario de la boda de los monarcas, ellos y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, se realizaban una sesión de fotos en tono natural y cercano en los jardines del Campo del Moro.
Los actos y apariciones públicas del jefe del estado y los suyos (la familia real ha pasado a circunscribirse en este tiempo a su matrimonio y sus dos descendientes) han dejado un buen puñado de escenas espontáneas también, que siempre llaman la atención de los medios de comunicación, a la expectativa de cualquier anécdota o salida del protocolo. La reina Letizia especialmente, pero también sus hijas, son quienes dejan más momentos de este tipo.
Pero pese a todo ello, la institución mantiene un importante halo de oscurantismo y de distancia con la ciudadanía, a la que, por ejemplo el CIS no pregunta por la monarquía desde el año 2015. En los últimos días ha salido a la luz información hasta ahora desconocida sobre cómo se gestó la abdicación del rey Juan Carlos I hace ya dos lustros, por parte de dos fuentes autorizadas: Rafael Spottorno, exjefe de la Casa del Rey y Javier Ayuso, exjefe de prensa del palacio de La Zarzuela, en un coloquio celebrado esta semana en el Ateneo de Madrid.
En la mencionada conversación se explicó que el rey emérito tomó la decisión de abandonar la jefatura del Estado tres meses antes de anunciarlo, aunque ya había meditado la idea anteriormente en alguna ocasión. Más allá de los detalles concretos sobre la marcha del anterior rey, el relato de Spottorno y Ayuso reveló una desconocida herramienta de Zarzuela de cara a tomar decisiones de este calado.
Según ambos, fue el modelo de encuestas internas de palacio el que reflejó que la opinión pública iba virando hacia el suspenso de Juan Carlos y el aprobado de su hijo Felipe. Se realizaron de forma semanal, desde marzo de 2012 al primer trimestre de 2014, para recabar el sentir de la ciudadanía y, en base a ellas, se acabó tomando la decisión.
Ya habíamos oído hablar de este mecanismo consultivo en el pasado. Hace unos años, el periodista José Antonio Zarzalejos habló de ellas en su libro 'Felipe, un rey en la adversidad', explicando que las realizaba Metroscopia para un "chequeo permanente" de la reputación de los miembros de la familia para así dictaminar un sentir general y, dependiendo de este "mantener, corregir o cambiar la forma de proyectarse sobre la sociedad, bien de forma directa, bien a través de los medios". En el año 2021, la periodista Pilar Eyre reveló que Letizia sacaba muy buenos resultados en estas encuestas.