¿Por qué renunció Felipe VI a la herencia de su padre, el rey Juan Carlos I?
Durante muchos años, la figura del rey Juan Carlos era intocable, pero en los últimos años esto ha cambiado
Tras comenzar a investigarse los negocios del monarca, el rey Felipe VI anunció que renunciaba a su herencia
Felipe VI renuncia a su herencia personal y elimina la asignación oficial de Don Juan Carlos
La abdicación de Juan Carlos I fue una medida que el monarca llevaba tiempo meditando, años incluso, pero todo se precipitó a causa de la situación en la que se encontraba, su salud preocupaba, su imagen pública no era la mejor y este cambio en la corona fue necesario para poder proteger la institución.
Un cambio que fue eficaz, no solo se modernizaba (gracias en parte a la mano de la reina Letizia), también llegaba un soplo de aire fresco con el cambio generacional y ponía la atención en don Felipe y doña Letizia, dejando que don Juan Carlos pudiera quedar en un segundo plano.
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Este segundo plano no impidió que se siguieran investigando las cuestiones que le habían llevado a ese punto. Cada vez se conocían más datos sobre el pasado del monarca, sobre sus relaciones personales, pero también de sus negocios, con los que había conseguido reunir su fortuna.
Conocer estas informaciones fue todo un escándalo, la figura del Rey siempre había estado protegida por la ley, pero también por un silencio que había quedado roto. Las noticias que vieron la luz en esa época fueron suficientes para que el rey Felipe VI tomara medidas, entre ellas, renunciar a la herencia de su padre, pero ¿por qué fue necesario este gesto?
Por qué renunció Felipe VI a la herencia de su padre, el rey Juan Carlos I
La renuncia a su herencia fue un gesto hacia la ciudadanía más que una renuncia real, algo que por ley no se puede hacer hasta el fallecimiento de la persona, pero fue suficiente para entender que el rey Felipe buscaba desligarse de una narrativa que comenzaba a salpicarle y con la que no quería tener relación.
Esta decisión fue pública a través de un comunicado oficial en el que también se establecía que el Rey prescindirá de "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona".
Esto se hacía público en marzo de 2020, cuando don Juan Carlos estaba siendo investigado por la Fiscalía de Suiza por supuesto comisionista en el Ave a La Meca, pero también por la Fiscalía española por sus negocios con Corinna Larsen, por posibles delitos de corrupción en transacciones internacionales y blanqueo de capitales.
Esto fue necesario porque se publicó que don Felipe aparecía como beneficiario de dos fundaciones, 'Zagatka' y 'Lucum'. La primera de ellas afirmó desconocerla, de la segunda tuvo conocimiento por un despacho de abogados en marzo de 2019, un mes después comparecía ante un notario para solicitar a su padre que "si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad".
Además de renunciar a su herencia, el rey Felipe también le retiró la asignación que hasta el momento recibía como Rey emérito.