Hay momentos que son importantes para las parejas y no hay duda de que el día en el que se unen en matrimonio es uno de ellos. Uno más que sumaron Francisco de Borbón y Sophie Karoly, quienes seguro que lo tienen en su lista de grandes hitos junto con el nacimiento de su hijo en 2017.
La pareja, tras cinco años de relación, decidía que era el momento perfecto para poner este broche de oro a su noviazgo. Un punto y seguido en su historia de amor y una forma romántica y feliz de consolidar la familia que ya habían formado, esta vez frente a todos sus familiares y amigos que, atentos, pudieron presenciar cómo se juraban amor eterno en Sevilla.
El hermano pequeño de Olivia de Borbón se casaba con el amor de su vida el 9 de octubre de 2021 y lo hacía en la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. El tiempo les acompañaba y todo el mundo pudo disfrutar de la velada sin tener que preocuparse por las lluvias típicas de esta época del año.
Olivia ejerció como madrina y esperó en el altar junto a su hermano la llegada de la novia, que como es tradición, se hizo esperar un rato. Francisco Joaquín de Borbón llevó el uniforme de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, de la que es Gran Maestre, pero ni siquiera la elegancia del novio pudo eclipsar la llegada de la novia, que causó un gran impacto con su look.
Sophie escogió un impresionante vestido de corte imperio, de palabra de honor y escote corazón y una gran falda formada por capas de tul, que sumaban volumen al conjunto y que contaba con una larga cola. Lo acompañó de un largo velo, del que se ocuparon sus cinco damas de honor junto con la cola del vestido, de no ser por ellas, la novia habría tenido dificultades para moverse, pero parece que lo tenía todo muy bien organizado.
Tras el ‘sí, quiero’, la pareja quiso dejar Sevilla, donde no solo tuvo lugar la ceremonia, también una celebración previa organizada la noche anterior, una fiesta flamenca con la que disfrutaron junto a sus invitados en la Casa Pilatos. El convite tuvo lugar en el Marbella Club, un lugar que es también importante para la familia del novio, pues en su desconocida discoteca se conocieron sus padres, Francisco de Paula Enrique de Borbón, duque de Sevilla, y Beatrice von Hardenberg, quien fallecía un año antes del enlace.
Para la recepción, los novios optaban por cambiarse de ropa. El novio escogía un elegante esmoquin negro, y la novia un traje largo con pedrería, manga larga y escote cerrado, pero con una coqueta abertura en el lateral que dejaba ver sus piernas en momentos concretos.
La cena en el Marbella Club estuvo acompañada de fuegos artificiales y espectáculos de luces con drones, que dibujaban corazones y las iniciales de los novios en el cielo. No faltaron la música y el baile para que todos los invitados pudieran celebrar con los novios su gran día, lleno de felicidad y amor.