Al igual que la propia relación entre los miembros de la familia real, la forma en la que han organizado sus vacaciones también ha ido cambiando mucho a lo largo del tiempo. Acostumbrados a los típicos posados familiares en Palma, no cabe duda de que ya no queda nada de aquellas instantáneas tan entrañables en las que veíamos a Felipe VI y Letizia junto a los Urdangarin y los Marichalar felices y sonrientes.
También la unión entre Leonor e Irene Urdangarin se hacía más que evidente cuando eran apenas unas niñas, algo de lo que ya no parece quedar nada. Y es que las jóvenes se han distanciado mucho conforme la propia vida ha puesto a cada una en su lugar. Ahora, la hija de Felipe y Letizia está completamente volcada en su preparación como heredera, mientras que los Urdangarin y Marichalar han seguido caminos muy diferentes.
El caso Noós, sumado a los constantes escándalos del rey Juan Carlos I, han llevado a romper para siempre esa entrañable imagen de familia unida, lo que se ha visto claramente reflejado en los posados veraniegos y la forma en la que han organizado sus vacaciones.
Con el paso de los años, las vacaciones de Felipe y Letizia en Mallorca se han ido acortando de manera muy evidente. Además, a eso viene unido un claro secretismo por parte de los monarcas a la hora de desvelar cuál será su destino oficial para relajarse y descansar de sus obligaciones reales.
Pese a que muchos les han acusado de mostrar cierta falta de transparencia en este sentido, queda claro que los reyes valoran muchos tener este pequeño espacio de intimidad dentro de sus ajetreadas vidas. Así, pueden disfrutar y relajarse junto a sus hijas sin que nadie pueda entrometerse o deban hacer frente al seguimiento de los medios.
Mucho se ha comentado también respecto a que este cambio de planes también tiene mucho que ver con Letizia, a la que nunca le ha gustado demasiado veranear en Mallorca con el resto de la familia real. Y el propio tiempo ha terminado dándole la razón, marcando una brecha inquebrantable entre ella, sus cuñados y sus suegros.
La única a la que parecen seguir teniendo en cuenta y que les ayuda a seguir la tradición es la reina Sofía. De ese modo, gracias a ella hemos podido seguir disfrutando de alguna tierna imagen junto a sus nietas, Leonor y Sofía, paseando por las calles de Palma o disfrutando de diversas actividades culturales como ir al teatro o al cine.
En el caso de emérita, ella también se ha ido haciendo a un lado y dejando paso a su hijo, su nuera y sus nietas, manteniéndose en un segundo plano. Y, pese a que Doña Sofía pasa larga temporadas en Mallorca, sus apariciones públicas son cada vez más escasas. De hecho, prefiere no tener tanta exposición, y más ahora que todo el foco se centra en Leonor y Sofía.
Ambas han demostrado, pese a su juventud, estar más que preparadas para atender su papel institucional. Justo por eso, cada una de sus apariciones genera una gran expectación. Y, ahora que la heredera ya ha cumplido la mayoría de edad, queda claro que ya comenzará a hacer sus propios planes con amigos lejos de sus padres. ¿Dónde veraneará la princesa y con quién? Esa es una de las grandes preguntas que nos haremos a partir de ahora, aunque ya hay algunas opciones sobre la mesa.