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Filiberto de Saboya y Clotilde Courau se conocieron en un acto benéfico en Montecarlo en el año 2000 y su relación se fraguó a fuego lento, aunque no tan lento, pues cuando se casaron ya esperaban a su primera hija. El principio de su relación lo recordaba el propio Filiberto poco después de su boda, “Primero fuimos amigos, luego la amistad se hizo complicidad y, finalmente, llegó el amor”. La fama de conquistador de él, hizo que ella le diera largas durante varios meses hasta darle una oportunidad.
Por aquel entonces, Clotilde era una conocida actriz francesa de 31 años y él tenía 27 años y era uno de los solteros de oro de la realeza europea, Filiberto es príncipe de Venecia y Piamonte, y nieto de Humberto II, último Rey de Italia. Hasta el año 2002, Filiberto no había podido regresar a Italia, pasando la mayor parte de su vida en el exilio, porque desde el año 1949 los varones de la Casa de Saboya tenían prohibido regresar al país, pero esta disposición fue derogada por el Parlamento.
Meses después de conocerse, la pareja comenzó una discreta relación, que sellaron con una romántica boda en el 25 de septiembre de 2003, celebrada basílica en la basílica de Santa María de los Ángeles de Roma, diseñada en el siglo XVI por Miguel Ángel, el mismo lugar en el que se casó el bisabuelo de Filiberto, el rey Victor Manuel III con Elena Montenegro en 1896.
En el momento de su boda, Clotilde estaba embarazada de seis meses, por lo que su avanzado estado de gestación era imposible de disimular, algo que ella no intentó con el vestido que lució, un diseño de corte imperio de Valentino con el que suavizaba su figura sin ocultarla. Un vestido sencillo y elegante que dejaba que la tiara que lució brillara con luz propia. La actriz escogió una impresionante tiara que pertenece a la familia real italiana y que fue un préstamo de su suegro, una pieza de topacios y diamantes.
A pesar de ser parte de la familia real italiana, a la ceremonia no acudieron representantes de las casas reales europeas, aunque entre los 1300 invitados que asistieron, sí que había varios miembros de la nobleza y, entre los nombres más destacados, algunos compañeros de profesión de Clotilde, como Monica Bellucci o Jean Rochefort. Tras la ceremonia, tuvo lugar una celebración en un céntrico hotel de Roma.
El 28 de diciembre de 2003 nacía Vittoria, la primera de las hijas del matrimonio. Antes de su llegada al mundo se habló mucho de si la pareja escogería seguir alguna de las tradiciones que forman parte de ambas familias. De haber sido niño se esperaba que le llamaran Emmanuele, siendo niña, todo apuntaba a que su nombre empezaría por C, tradición en la familia de Clotilde, por esa letra empiezan los nombres de todos sus hermanos.
Parece que Filiberto y Clotilde decidieron comenzar sus propias tradiciones. En 2006 nacía su segunda hija y escogían llamarla Luisa.
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