El 13 de diciembre la infanta Sofía protagonizará su primer acto en solitario. Será la entrega del premio de fotografía que lleva su nombre, 'Objetivo Patrimonio. Concurso de Fotografía Infanta Sofía, en la Galería de Colecciones Reales'. ¿Será este el pistoletazo de salida —ahora que se acerca su 18 cumpleaños— para una agenda pública más completa?
La cuestión de la agenda propia de la infanta abre también nuevas preguntas. El protagonismo que puede tener o no la infanta Sofía variará, pero nunca será similar —por razones obvias— al que tiene su hermana, la princesa Leonor. La princesa de Asturias, que acaba de cumplir 19 años, es la heredera al trono y, por tanto, cuenta con una agenda cada vez más cargada de actos. La infanta no lo es y sus obligaciones son más limitadas.
La gran pregunta podría ser si esto la sitúa en una posición compleja. ¿Está llamada la infanta Sofía a sufrir el 'síndrome de la hermana segunda'? La psicóloga Alejandra Muñoz le explica a la revista Lecturas que “puede sentir que ella es la sombra de la hermana”. “Ella va a tomar las tareas que la hermana no pueda asumir y esto influye en cómo se forma esa imagen de sí misma, el autoconcepto”, señala. Para construir la autoestima partimos de lo que sabemos sobre quienes somos. Ser "la hermana en la sombra" no parece, de entrada, una posición envidiable.
De hecho, en esa idea está la base de no pocos conflictos. El título en inglés de las memorias del príncipe Harry, 'Spare', lo demuestra. No existe una palabra en castellano para traducir de forma exacta el concepto, que vendría a ser el de “hijo de repuesto”.
Las mujeres de las familias de la nobleza británica —y de la realeza— estaban obligadas a dar a luz “al heredero y el hijo de repuesto”, como se dice que afirmó Consuelo Vanderbilt. Vanderbilt era una rica heredera estadounidense allá por finales del siglo XIX, con una madre deseosa de que convertirla en una duquesa. Cruzaron el Atlántico y la joven se casó sin amor con un duque. De ese matrimonio y de las obligaciones de la joven Consuelo salió una expresión que hizo fortuna.
En esas familias nobiliarias y de la realeza, se daba por sentado que el heredero sería el que se llevaría toda la riqueza y patrimonio, quien estaba llamado a tener un papel importante. El hijo “de repuesto” era casi una protección por si algo le pasaba a ese heredero, pero esto lo dejaba en una situación un tanto precaria. No es que fuese a acabar en la pobreza, claro, pero no tenía un objetivo vital tan claro como su hermano. Vivía en una permanente sombra. Era siempre el actor de reparto.
Y, si bien todo esto suena a cuestión muy antigua, es justamente lo que el príncipe Harry venía a criticar en sus memorias, que había ocupado una posición en la sombra y un tanto inestable. ¿Qué tenía que hacer cuando no era el príncipe llamado a reinar? “Son famosos desde su nacimiento, lo quieran o no. Con la dinámica del heredero y el hijo de repuesto, tienes un hijo que ha nacido para el trabajo destacado y el segundo que posiblemente crece sintiendo que es el suplente”, le dice a Vanity Fair la escritora Heather Cocks, hablando justamente sobre la “maldición” del suplente real en la familia real británica. Tienes que aprender a hacer el trabajo, pero no hacerlo nunca, apunta, y si tu personalidad tiende a ser más protagonista es una situación bastante complicada. Le pasó a Harry, les pasó a los hermanos de su padre o le pasó antes a la princesa Margarita.
Y lleva ocurriendo a lo largo de la historia: la de la familia real española está llena de nombres de infantas olvidadas, notas al pie en los libros de historia, aunque algunas tenían personalidades e historias mucho más interesantes que una mención de pasada (ahí está, por ejemplo, la infanta Eulalia, la princesa feminista de la España del XIX).
Y, al final, esta es una cuestión que no afecta solo a los hijos e hijas de las familias reales. En realidad, dentro de los grupos de hermanos se producen dinámicas de todo tipo. Solo hay que hacer un poco de memoria, por ejemplo, para recordar como estos últimos meses hizo fortuna la idea del “síndrome de la hermana mayor”. “Los primogénitos suelen ser personas responsables y ante la llegada de un hermano o hermana esto puede incrementarse, porque se hacen cargo de algunas cosas del nuevo miembro. El segundo suele estar en una posición más flexible", le dice a Lecturas Muñoz.
Con todo, lo que sabemos sobre la educación que han recibido Leonor y Sofía por lo que se ha ido filtrando en los distintos perfiles que se han ido publicando hablan más de un intento por la mayor ecuanimidad posible. En los eventos públicos, se percibe además bastante complicidad entre las hermanas. Y, al fin y al cabo, resulta imposible saber qué piensa o deja de pensar sobre su papel la infanta: Sofía no ha escrito ninguna biografía como Harry y no deja de ser una adolescente de 17 años que tiene todavía toda su trayectoria por escribir.
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