La familia real británica causa una gran curiosidad, todo lo que les sucede se convierte en noticia, pero también sus dietas, sus rutinas de ejercicios o las relaciones de afinidad que existen entre unos y otros. Esto es bueno en algunas ocasiones, porque cuando tienen que dar visibilidad a algo saben que tienen todas las miradas puestas en ellos, pero también puede ser un problema, porque, efectivamente, tienen todas las miradas puestas en ellos constantemente. 

Esto hace que una disputa entre hermanos se convierta en noticia a nivel mundial, incluso convirtiéndose en protagonistas del libro de memorias de uno ellos, aunque lo cierto es que las desavenencias entre Harry y el príncipe de Gales han sido siempre seguidas por la prensa. Los momentos en los que la complicidad ha estado presente se ha destacado, pero cuando se ha evidenciado la distancia, ha sido porque era también notable. 

Así, la Casa Real británica se ha convertido también en protagonista de documentales y series, tal y como ha sucedido con The Crown, que sigue la historia de la reina Isabel II a lo largo de su reinado. Esta serie ha tenido un gran seguimiento por parte de la audiencia, una intensidad a nivel global que no se ha visto con otras series o reportajes en los que se recogen las historias de otras monarcas. 

Una atención que puede resultar abrumadora, pero que en ocasiones emplean, como hemos señalado, para dar visibilidad a ciertos temas, como cuando al rey Carlos III le diagnosticaron un cáncer y él lo hizo público para que la gente en su situación sintiera que no estaba sola. Con más secretismo se llevó en el caso de Kate Middleton, aunque finalmente también explicó su situación, esta vez para evitar rumores infundados. 

Cada cosa que les rodea es recibido con avidez por los espectadores, también las cosas más banales, como el motivo por el que Diana de Gales llevaba dos relojes, o el nombre de los corgis de Isabel II, incluso el alimento preferido de Carlos III. Por eso no sorprende demasiado que, una vez descubierto que la reina Camila no está en el grupo de WhatsApp familia, todo el mundo quiera conocer el motivo. 

No hay demasiado misterio ni disputa, no ha sido para dejarla fuera y que no se entere de lo que sucede en la familia y puedan conspirar en su contra, tampoco que a ella no le interese en absoluto estar en ese grupo y se haya marchado.

De hecho, no está en ningún grupo, no siquiera con sus hijos, porque su móvil no es compatible con la aplicación, tal y como explicó su hijo Tom Parker Bowles, quien aseguró que su madre tiene un clásico Nokia de modelo antiguo, por lo que este sistema de mensajería no podría ser empleado en él. 

Esta es una decisión de la Reina, pues otros miembros de la familia real británica no tienen estos problemas con las nuevas tecnologías, de hecho en algunas ocasiones han compartido sus costumbres con estas apps, explicando que usaban emojis para comunicarse entre ellos. El príncipe Guillermo confesó entre risas que su favorito era la berenjena, aunque es consciente de que no es apto para todos los públicos. 

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