Este viernes 17 de enero el buque escuela Juan Sebastián Elcano realiza su primera parada en tierra firme. Sobre las 9 de la mañana la embarcación ha atracado en la Dársena de los Llanos, pero desde la mediodía de ayer, jueves, se podía divisar el velero en el horizonte de la isla. El navío partió el pasado sábado desde Cádiz tras una emotiva despedida y después de visitar las islas afortunadas, se dirigirá hacia el continente americano. Serán tres días los que pase en Tenerife antes de poner rumbo hacia Las Palmas de Gran Canaria, donde estarán otras tres jornadas más.
Pedro Suárez, presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha concedido una entrevista a 'Herrera en COPE' en la que ha asegurado que desde Casa Real han pedido dotar de la máxima normalidad el paso de la princesa por la isla, resaltando el hecho de que llega a Tenerife en el marco de su instrucción militar: “Probablemente podremos ver a la princesa paseando por Santa Cruz, ya que la Casa Real ha manifestado que no viene la princesa, sino la guardamarina Borbón Ortiz, y quieren darle la mayor normalidad posible”, afirmaba Suárez.
Es cuando están en tierra en los momentos que los guardiamarinas tienen algo de tiempo libre y suelen aprovecharlo para pasear y conocer la ciudad en la que se encuentra el buque atracado. Está previsto que tanto el sábado como el domingo en horario de 09:30-14:00 y 15:30-20:00 se organicen visitas para que los ciudadanos conozcan el buque por dentro y es probable que estas coincidan con los momentos en los que los guardiamarinas no están a bordo, por lo que puede que sea en esos instantes cuando salgan a pasear en una ciudad que está acostumbrada a ver por sus calles a jóvenes vestidos de uniforme. También es probable que se organice algún encuentro con autoridades como ya ocurrió en la capital gaditana.
En Tenerife, aunque la expectación por la llegada del crucero de instrucción este año es máxima debido que la futura reina de España está a bordo, el recibimiento será el mismo que le han hecho en años anteriores, una bienvenida cargada de tradición. Y es que cada vez que el buque llega a la isla se le recibe con la recreación, con uniformes y armamento de la época del ataque del almirante de la Marina británica Horacio Nelson el 25 de julio de 1797. Un asedio que tenía el objetivo de someter el archipiélago canario para la corona británica. Gracias a las Milicias Canarias, las fuerzas de defensa de la ciudad que estaban dirigidas por Antonio Gutiérrez de Otero se contuvo este ataque. En la batalla, Nelson perdió el brazo derecho de un cañonazo.
Antes de la recreación de la batalla se han detonado tres cañones, nueve disparos de artillería y una descarga de fusilería para rendir honores. Después, los miembros de la asociación que recrean la batalla suben al buque para hacer entrega de un detalle al comandante, Luis Carreras-Presas do Campo.
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