La princesa Margarita, hermana pequeña de la reina Isabel II, siempre fue una figura carismática; divertida y mordaz, fue muy popular entre la alta sociedad londinense, por sí misma y también por algunos de los capítulos más sonados de su vida. Muy joven se enamoró del capitán Peter Townsend, un amor que no fue bien recibido porque él era divorciado y padre de dos hijos.
Margarita necesitaba la aprobación de su hermana para casarse con él y ella le recomendó que esperara hasta cumplir los 25 años, pero fue la negativa del Parlamento lo que hizo que finalmente renunciara al amor y optara por centrarse en sus obligaciones reales. En 1960 se casó con el fotógrafo Anthony Amstrong-Jones, un matrimonio que tuvo dos hijos, David y Sarah. El matrimonio se rompería 18 años más tarde, entre rumores de infidelidad por ambas partes.
Los hermanos pasaron su infancia en el palacio de Kensington, visitando estudios de arte y exposiciones, y conociendo a grandes estrellas del cine y de la música como Frank Sinatra, Elizabeth Taylor o Mick Jagger. Madrina del príncipe Harry, Sarah también fue dama de honor en la boda de Carlos y Diana de Gales, siempre ha estado muy vinculada al mundo del arte y tras finalizar sus estudios decidió tomarse un tiempo sabático y acompañó a su padre durante una estancia en la India.
Allí conoció a quien después sería su marido, Daniel Chatto, con quien coincidió en el rodaje de la película 'Heat and Dust', donde ambos trabajaban, aunque no empezarían a salir hasta tiempo después.
Lady Sarah y Daniel se casaron en julio de 1994, una boda que fue bastante discreta para la época, teniendo en cuenta que ella forma parte de la familia real británica, aunque la discreción siempre fue esencial para la pareja. Se casaron en St Stephen's Walbrook en Londres, en una ceremonia a la que acudieron 200 invitados, entre los que no faltó la princesa Diana, coincidiendo por primera vez con el príncipe Carlos después de que admitiera haber tenido una relación extramatrimonial con Camila Parker.
Su vestido de novia es todavía uno de los más recordados, gracias al corpiño con corsé de corte cuadrado y mangas largas realizado a partir de capas de tela georgette marfil, firmado por Jasper Conran, uno de los diseñadores más solicitados del momento. Llevó la tiara floral Snowdon, que había sido un regalo de su padre a su madre, tres broches de diamantes florales que completó con flores tejidas a través.
Fue una ceremonia breve, de tan solo treinta minutos, lo que pilló por sorpresa al conductor que tenía que recogerles, por lo que tuvieron que esperar a que llegara, tal y como recogen en Vanity Fair. La recepción tuvo lugar en Clarence House, hogar de la Reina madre, una de las invitadas reales que no quiso perderse la ceremonia. También acudieron la reina Isabel II junto a su marido, los primos de la novia, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, que acudió junto a su entonces prometida, Sophie Rhys-Jones.
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.