La Semana Santa ha terminado con malas noticias para la Casa Real de Noruega, una información que se une a los problemas ya conocidos de la princesa Mette-Marit y el rey Harald. A través de un comunicado este lunes 21 de abril la institución informaba del ingreso de la reina Sonia, de 87 años, tras presentar problemas respiratorios, según se informa en dicho escrito. La reina se encontraba junto a su marido, el rey Harald. en la cabaña del príncipe, en el valle de Sikkilsdalen, donde se encontraban disfrutando de las festividades de Pascua.

Los medios locales no han tardado en hacerse eco del suceso y el experto en realeza Ole-Jørgen Schulsrud-Hansen, en el canal TV2 del país escandinavo vertía su opinión sobre esta nueva hospitalización y ponía sobre la mesa la posibilidad de que estuviera relacionada con su último ingreso que ocurrió a principios de este año. "Es demasiado pronto para decirlo, pero se supone que puede tener algo que ver con problemas similares a los que padeció cuando la ingresaron en enero y le implantaron un marcapasos", apuntó el experto. 

En estos momentos no se ha actualizado la información sobre el estado de salud de la reina Sonia, pero es probable que según evolucione la Casa Real emita nuevos comunicados. Del hecho de que haya sido transportada en ambulancia aérea se transluce la urgencia de llegar cuanto antes al centro hospitalario donde se encuentra.

Su anterior ingreso se produjo el 11 de enero, cuando permaneció unos días en el mismo hospital donde se encuentra ahora. Entonces también se emitió un comunicado sobre los hechos: “La reina Sonia ha ingresado en el hospital este sábado por la tarde después de sufrir palpitaciones irregulares mientras practicaba esquí”. Entonces, los médicos decidieron que permaneciera ingresada para analizar su caso y poder determinar su respuesta ante la intervención quirúrgica de urgencia que se había practicado durante su ingreso hospitalario.

Este episodio en el historial médico de la reina Sonia se une al delicado estado de salud de otros miembros de la casa real. A principios de marzo se emitía un comunicado que confirmaba que la fibrosis pulmonar crónica que sufre la princesa Mette había avanzado y explicaba que la presencia de la princesa en los próximos actos estaría sujeta a cómo se encontrara en cada momento.

Su enfermedad le hizo cancelar varios actos, por ejemplo, su visita a la Feria Internacional del Libro en Leipzig, una cita a la que Mette-Marit no suele faltar ya que es una gran apasionada de la lectura. Por otro lado, en los últimos tiempos también se ha resentido el estado de salud del rey Harald, hasta el punto de que en los medios locales hablaban de una posible abdicación en favor de su hijo Haakon. El soberano precisó de la implantación de un marcapasos durante la pasada primavera durante un viaje a Malasia, tras esto fue trasladado a Noruega en un avión medicalizado.

A todo esto también hay que sumarle el escándalo que en los últimos meses ha protagonizado Marius Borg, el hijo mayor de la princesa Mette-Marit. Borg fue detenido por la policía el 4 de agosto, lo que desencadenó todo lo que sucedió después. El joven fue arrestado acusado de haber agredido física y verbalmente a una joven de 20 años, una información que se hizo pública poco después de suceder.

La joven llegó a estar hospitalizada por una conmoción cerebral. Poco después, dos exparejas de Marius denunciaron haber sido agredidas por él. Lo hicieron a través de las redes sociales, pero también ante las autoridades correspondientes. Tras estos acontecimientos, Marius compartía un comunicado en el que aceptaba su responsabilidad por la agresión por la que fue detenido. Sin embargo, fue de nuevo detenido por haberse saltado la orden de alejamiento el 10 de septiembre, al haber intentado contactar con su víctima vía telefónica.

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