Alessandra de Osma, o Sassa, como mejor se la conoce, es una de nuestras royals favoritas gracias a su impecable estilo. Tras su breve carrera como modelo, siguiendo los pasos de su madre, Sassa pasó a formar parte de la socialité europea tras su boda con Christian de Hannover en marzo de 2018. Desde ese momento, la peruana es miembro de la familia Hannover, una de las dinastías más poderosas y polémicas del continente.
Entrar a formar parte de una de las familias más relevantes de Europa no es algo sencillo en este caso. El marido de Sassa, Christian, es el segundo hijo del matrimonio entre Ernesto de Hannover y la ginebrina Chantal Hochuli. Antes, incluso, del divorcio del matrimonio, el príncipe Ernesto había comenzado una relación con Carolina de Mónaco que llenó páginas y páginas de papel couché y que se transformó en boda en tiempo récord. A los pocos meses nacía Alexandra, hermana de Christian y cuñada de Sassa. Pero el conflictivo carácter de Ernesto y sus problemas con el alcohol precipitaron el distanciamiento de la pareja que, aunque continúan casados, hacen vidas separadas.
No se puede entender el papel de Sassa dentro de la familia Hannover sin conocer cuál es la relación de su suegro con los hermanos de Christian, ya que la situación del segundo hijo de Ernesto es privilegiada en relación al resto. Tras separarse de Carolina de Mónaco, su hermana Alexandra ha permanecido junto a su madre en el Principado, por lo que Ernesto no ve a su hija con frecuencia.
Y con Ernesto, el hermano mayor de Christian, asuntos económicos y de sucesión lo tienen enfrentado con su padre en los tribunales. Ante estos conflictos, tanto Sassa como su marido parecen poder mantenerse al margen, y la relación de Christian con sus hermanos no ha salido perjudicada.
Puesto que Christian es el hijo pequeño del príncipe alemán, y también por decisión propia, está liberado de obligaciones dinásticas, y se permite llevar una vida relajada junto a Sassa en Madrid. Es en la capital de nuestro país donde la pareja ha decidido establecer su residencia, de manera que, sin cortar vínculos con la ajetreada familia, pueden estar tranquilos junto a sus gemelos.
Los compromisos que la pareja adquiere en relación a la nobleza europea no pasan de ser apariciones concretas en bodas de familiares y amigos, o en eventos tan destacados como el famoso Baile de la Rosa. Fue en el celebrado en 2019 donde Sassa volvía a evidenciar que su estilazo no pasa desapercibido para nadie, y que es impecable a la hora de cumplir con las obligaciones de la dinastía.
Su vestido de Carolina Herrera, llevado con la elegancia que la joven desprende, todavía permanece grabado en nuestra retina. La presencia en el tradicional baile también hace ver que la relación con la familia Grimaldi, a la que pertenece al familia de Christian, es buena y cercana.
Parece que Ernesto de Hannover intenta encauzar su vida, alejado del alcohol y junto a su nueva pareja, Claudia Stilianopoulos, la hija de Pitita Ridruejo. Y, a pesar de que aún tiene pendientes asuntos con la justicia, intenta llevar un ritmo más tranquilo y disfrutar más de la familia. Y esa familia se reduce, principalmente, a su hijo Christian, Sassa y los hijos de la pareja. Aunque no ha roto sus vínculos con su hermano mayor, Christian ha mostrado apoyar a su padre, y este verano eran Sassa y él quienes disfrutaban de unas relajadas vacaciones en Ibiza con el príncipe.
Más recientemente, se ha visto a Ernesto de Hannover paseando por el Parque del Retiro, en Madrid, junto a Sassa y el resto de la familia. Sin duda la relación de la peruana con su suegro es excelente, y se muestra dispuesta a apoyarle a él y a su marido en todo lo que sea necesario.
Fuera de sus compromisos familiares con la familia de su marido, Sassa lleva una vida feliz y tranquila en Madrid junto a su marido y sus hijos. Su faceta como diseñadora, el cuidado de sus pequeños y la búsqueda de una nueva casa para mudarse próximamente, parecen ocupar su días de la mejor manera posible, y lo habitual es verla sonriente y relajada con esta vida.